Ana María Truque, analista de North Management, asegura que probar la efectividad de los procesos de adopción para reconocer y medir las transacciones bajo Estándares Internacionales no será suficiente para asegurar la sostenibilidad del nuevo modelo de operación contable y de reporte financiero.
Ana María Truque –analista de impactos organizacionales en implementación de Estándares Internacionales− recalca que este año deben entrar en operación los tres modelos de reportes financieros: el definitivo de Estándares Internacionales; el actual COLGAAP, con normas locales; y un libro tributario o sistema de registros conciliatorios Estándares Internacionales vs. fiscal equivalente.
El 2016 es decisivo para que las empresas prueben la efectividad de sus procesos de adopción hacia Estándares Internacionales (v. gr. políticas, procesos, sistemas, plan de cuentas, datos, reportes, gente, etc.). En efecto, a partir de este año las compañías serán requeridas a procesar, y reportar su información contable y financiera en cumplimiento de estos estándares por parte de terceros interesados, como son bancos, inversionistas, clientes, reguladores, etc.
Sin embargo, probar la efectividad de los procesos de adopción para reconocer y medir las transacciones bajo Estándares Internacionales no será suficiente para asegurar la “sostenibilidad” del nuevo modelo de operación contable y de reporte financiero. En respuesta a este reto, las organizaciones deben tener la capacidad de identificar los cambios en los estándares (v. gr. nuevas normas pymes, nueva norma de reconocimiento de ingresos NIIF 15, nuevo estándar de arrendamientos NIIF 16) y así ajustar su modelo de Estándar Internacional según aplique.
El contar con efectivos procesos de adopción y de sostenibilidad asegura la inversión, mantiene vigente el esfuerzo de adopción de Estándares Internacionales y facilita el cumplimiento de la ley.
Este año deberán entrar en operación los tres modelos de reportes financieros: i) el definitivo de Estándares Internacionales, denominado Libro de Estándares Internacionales; ii) el actual COLGAAP, con normas locales; y iii) un libro tributario o sistema de registros conciliatorios Estándares Internacionales vs. fiscal equivalente. Este último por virtud del Decreto 2548 del 2014.
Tal multirreporte implica grandes esfuerzos y mayores costos que las organizaciones deben minimizar; esto mediante: definición de criterios de materialidad y de significancia para estados financieros, en acuerdo preferiblemente con los auditores y revisores fiscales; identificación precisa de las diferencias de Estándares Internacionales y COLGAAP; control de los desarrollos de sistemas para cerrar brechas de Estándares Internacionales; activación de soluciones funcionales para cumplir con Estándares Internacionales; control continuo de las diferencias de Estándares Internacionales y COLGAAP; monitoreo permanente de los cambios en estándares; estabilizar, ajustar, y mejorar el modelo de reporte; y comunicar.
Los sistemas de información −ERP− deben proveer la funcionalidad, las estructuras de información y los reportes que los Estándares Internacionales establecen. Cada industria en particular tiene distintos requerimientos de estándares (v. gr. agrícola, manufactura, construcción, petróleos, servicios), los cuales deben ser personalizados en el sistema, en función de sus características de operación.
En nuestra experiencia, ningún ERP cumple con todos los requerimientos de estos estándares. La gerencia, en trabajo conjunto con el proveedor, debe determinar las “brechas” existentes en estándares para cerrarlas a través de diferentes estrategias, o de una combinación de las mismas (v. gr. desarrollos, interfaces, soluciones de nicho, soluciones funcionales), con la mejor relación costo–beneficio.
Las Superintendencias pueden promover el conocimiento especializado de Estándares Internacionales aplicables a la industria que vigilan, y sobre esta base definir procesos efectivos de comunicación, capacitación y estandarización para sus vigilados.