En el transcurso del año anterior, 81 millones de personas salieron de la fuerza de trabajo a nivel mundial.
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo -OIT- señala que el COVID-19 provocó un daño masivo en el empleo a nivel mundial, al perderse el equivalente a 255 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.
Según el reporte, durante 2020 “se perdió el 8,8 por ciento de las horas de trabajo en todo el mundo [en comparación con el cuarto trimestre del 2019″.
El documento precisa que este hecho sin precedentes provocó “una caída del 8,3 por ciento de los ingresos laborales mundiales, es decir, 3.7 billones de dólares o el 4,4 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) mundial”.
El organismo también apunta a otra dimensión preocupante: 81 millones de personas salieron de la fuerza de trabajo, “por no poder trabajar, probablemente debido a las restricciones de la pandemia, o porque (…) dejaron de buscar trabajo”.
El reporte de la OIT deja claro que la recuperación económica se hará sólida a partir del “segundo semestre del año, una vez que los programas de vacunación comiencen a surtir efecto”.