Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Por estos días de declaraciones de renta de personas naturales, el principal temor de los contribuyentes es encontrar un buen asesor contable que dé garantía de un impuesto bien liquidado y un justo valor a pagar. Estos son algunos puntos que le pueden guiar en dicha elección.
La Ley 1819 de 2016, última reforma tributara, efectúo importantes cambios en el sistema de cálculo del impuesto de renta de las personas naturales, que por el año en curso se pone en práctica con ocasión de los vencimientos de las declaraciones de renta que desde el 9 de agosto (y hasta el 19 de octubre) realizan los contribuyentes de acuerdo con las rentas obtenidas en el año gravable 2017.
En este nuevo contexto, adquiere gran relevancia disponer de una buena asesoría, que brinde seguridad sobre el correcto cumplimiento de esta obligación tributaria y evite “los dolores de cabeza” que podría causar un posible requerimiento de la Dirección de impuestos; es por tal motivo que recientemente, en diálogo con el diario El Tiempo, especialistas del Colegio de Contadores Públicos de Colombia explicaron las premisas básicas que se deben tener en cuenta a la hora de elegir a un contador púbico como asesor contable para la elaboración de las declaraciones de renta de las personas naturales. veamos:
En Colombia, para poder ejercer y firmar como contador público es indispensable que el profesional, además de acreditar su formación en una universidad autorizada por el Ministerio de Educación Nacional, dé cuenta de un año de experiencia que le avale para la obtención de la tarjeta profesional; para el Colegio de Contadores Púbicos dicha tarjeta es la primera herramienta de los contribuyentes para validar que están siendo asesorados por un verdadero contador público.
Ahora bien, como hemos mencionado en anteriores editoriales, no puede perderse de vista que la mayoría de las declaraciones de renta de las personas naturales no requieren firma de contador, sino solo la del contribuyente y, por tal motivo, no es un requisito requerir la asesoría de un contador público con tarjeta profesional. Lo anterior, es la razón por la que algunos contribuyentes pueden encontrase bien asesorados por estudiantes de contaduría pública de últimos semestres o recién graduados, que conocen la norma vigente, pero aún no disponen de la mencionada tarjeta profesional; si usted se siente identificado con esta situación, verifique las tres premisas faltantes para confirmar que está recibiendo una asesoría válida y eficiente.
Un buen asesor tributario le explicará con claridad las razones por las cuales usted se encuentra obligado a declarar el impuesto de renta y no le mentirá al respecto de los topes establecidos por la norma a cambio de garantizar un pago de su parte; además será claro en indicarle la fecha máxima en la cual podrá cumplir con esta obligación tributaria a fin de no solicitarle información sobre los últimos días para el vencimiento. Tal información usted podrá confirmarla en nuestro Calendario tributario 2018.
Un profesional contable buscará información al respecto de su situación financiera, para tal fin le solicitará algunos documentos soporte a los cuales solo usted tiene acceso y le hará preguntas sobre posibles transacciones que pudo haber efectuado en el año 2017; adicionalmente le dará a conocer otra información que puede haber escapado de su relato, para lograr eso, el asesor podría haber confirmado la información de terceros que la Dian ha dispuesto para uso de los declarantes.
Este punto es uno de los más importantes, dado que de acuerdo al nivel de detalle que le suministre a su asesor contable, mejor preparada quedará su declaración de renta; ahora bien, dado que esta persona tendrá acceso a información personal muy confidencial, es oportuno que el declarante pacte por escrito un acuerdo que incluya una cláusula de confidencialidad.
Aunque suene coloquial, en el campo contable también aplica el principio que reza: a mejor calidad mayor precio; dado que en este tipo de áreas el precio es proporcional no solo al nivel de dificultad de la declaración a realizar, sino también a la experiencia y conocimiento del contador que le está asesorando. De esta manera, cuando el costo es muy bajo en comparación con la media del mercado, hay razones para preguntarse si efectivamente le está asesorando un profesional idóneo. Al respecto de este tema, el Colegio de Contadores Púbicos puntualizó: “recuerde que usted paga por el conocimiento y experiencia, no por la digitalización del formulario”.
Encontrar un buen asesor contable y conservarlo es una ventaja importante para las personas naturales declarantes del impuesto de renta, pues a una persona que conoce su actividad, bienes, tipos de ingresos, etc., se le facilita realizar cada año la nueva declaración y así se disminuye significativamente el riesgo de omitir datos que escapen a la memoria del declarante.
Ahora bien, lo correcto es que el contribuyente junto con su declaración de renta, reciba todas las respectivas hojas de trabajo que le permitan entender qué cálculos realizó el asesor; sin embargo, ocurre recurrentemente que el nuevo contador público no entienda, por ejemplo, qué costo fiscal utilizó el anterior asesor para efectos de calcular el patrimonio del contribuyente.
En este tema la persona natural que está siendo asesorada tiene otras dos premisas a tener en cuenta, por un lado la importancia de conservar al buen contador que ya le ha asesorado en anteriores ocasiones y por el otro, solicitar siempre el respectivo respaldo del trabajo realizado, pues nunca se sabe qué pueda ocurrir a futuro y si por diferentes razones tendrá que cambiar de asesor; además, en todo caso, como declarante usted siempre tendrá no solo el derecho sino la obligación de comprender plenamente cada dato que le ha sido incluido en su declaración de renta.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
