Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La procrastinación es un problema común para los contadores públicos, conduce a una disminución de la productividad y de la calidad del trabajo. También genera estrés adicional, tanto en el trabajo como en el hogar.
Consigue con estos consejos evitar la procrastinación y terminar el trabajo a tiempo.
Durante mis más de diez años como docente en varios programas de contaduría pública en universidades de todo el país, por lo general, he asignado actividades para que los estudiantes las completen en casa, con plazos de entrega relativamente cortos. Esto se debe a que el material suele ser sencillo y fácil de entender.
Sin embargo, la mayoría de los estudiantes solicitan una extensión de la fecha límite, citando compromisos extracurriculares como la razón principal. Creo que, en muchos casos, la verdadera razón es que la procrastinación los afecta.
Este tema de la procrastinación no solo afecta a los estudiantes, sino que también puede presentar problemas para los contadores públicos. Constantemente los escucho decir que tienen mucho trabajo, lo cual es cierto, pero ante esta realidad, debemos evitar a toda costa la procrastinación, ya que puede tener consecuencias.
La procrastinación es un problema común entre los contadores públicos. Puede dar lugar a plazos incumplidos, pérdida de productividad e incluso pérdida de puestos de trabajo. Afortunadamente, hay algunas cosas que los contadores públicos pueden hacer para evitar la procrastinación.
Aquí hay aspectos que debes considerar como contador público para evitar la procrastinación laboral:
La definición de procrastinación es «la práctica de posponer hacer algo que debería hacerse, especialmente por descuido o pereza habituales».
La procrastinación puede tener consecuencias negativas, como plazos incumplidos, pérdida de productividad y aumento del estrés. Estas consecuencias pueden ser especialmente graves en el lugar de trabajo, donde los plazos incumplidos pueden provocar la pérdida de oportunidades y una disminución de la productividad. Además, el estrés puede conducir a problemas de salud, tanto físicos como mentales.
No es ningún secreto que muchos contadores públicos luchan contra la procrastinación. Esto probablemente se deba a la naturaleza del trabajo, que puede ser repetitivo y tedioso. Además, los contadores públicos a menudo trabajan de forma independiente, lo que puede generar sentimientos de aislamiento y aburrimiento.
Es claro que los contadores públicos deben tratar de crear una red de apoyo de colegas, amigos o familiares que puedan brindar motivación y aliento. Finalmente, es importante recordar que la procrastinación a menudo es causada por la ansiedad o el miedo, por lo que es importante ser amable con uno mismo y tomar descansos cuando sea necesario.
Los efectos de la procrastinación en los contadores públicos están bien documentados. El Instituto Americano de CPA –AICPA– informa que el 50 % de los CPA admiten postergar las tareas relacionadas con el trabajo. Y no son solo las tareas laborales las que se posponen: las actividades personales, las tareas domésticas e incluso las citas con el médico pueden ser víctimas de la procrastinación.
Entonces, ¿cuáles son exactamente los efectos de la procrastinación en los contadores públicos? Por un lado, pueden conducir a una disminución de la productividad y una disminución de la calidad del trabajo. También pueden generar estrés adicional, tanto en el trabajo como en el hogar. Y, si no se controla, la procrastinación puede incluso conducir a la depresión.
Si eres un contador público que lucha con la procrastinación, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarte a ti mismo.
La procrastinación es un problema común entre los contadores públicos. Puede tener efectos negativos tanto en el trabajo como en la vida personal.
Los contadores públicos que procrastinan pueden encontrarse con menos tiempo para completar las tareas, lo que puede generar errores y vencimiento de plazos en el cumplimiento de obligaciones tributarias y otras actividades laborales.
Si bien la postergación tiene algunos beneficios a corto plazo, como una sensación de falsa urgencia y adrenalina, estos se ven superados por los costos a largo plazo. Los contadores públicos que deseen tener éxito deben centrarse en desarrollar habilidades organizativas y de gestión del tiempo para superar la tentación de posponer las cosas, lamentablemente este tipo de errores no se enfatiza en la universidad.
La procrastinación es un hábito que puede ser difícil de romper. Para los contadores públicos, que a menudo hacen malabarismos con múltiples plazos, el costo de la procrastinación puede ser alto.
El costo de la procrastinación para los contadores públicos puede ser significativo. Además del costo de oportunidad perdido por no trabajar en una tarea, existe la posibilidad de cargos por pagos atrasados, plazos incumplidos y otras sanciones. Estos costos pueden acumularse rápidamente y puede ser difícil recuperarse de ellos. Por lo tanto, la procrastinación es un problema grave para los contadores públicos y debe evitarse.
En algunos casos, la procrastinación puede incluso dar lugar a medidas disciplinarias por parte de la junta central de contadores porque al no cumplirse con la labor profesional, se coloca en riesgos injustificados a los clientes o empresas, ya que los pueden afectar económica y reputacionalmente. Todos estos costos pueden acumularse y tener un impacto negativo en la carrera de un contador público.
Los contadores públicos son conocidos por su capacidad para mantener la calma bajo presión y cumplir con los plazos. Sin embargo, también son conocidos por su tendencia a procrastinar. Si bien hay muchas razones por las que los contadores públicos pueden posponer las cosas, hay algunas que se destacan.
Una de las razones por las que los contadores públicos pueden posponer las cosas es por la naturaleza de su trabajo. La contabilidad, las finanzas y la auditoría suelen ser complejas y requieren mucha atención a los detalles. Esto puede dificultar que los contadores públicos comiencen o terminen una tarea, ya que pueden sentir que necesitan perfeccionarla antes de continuar.
Otra razón por la que los contadores públicos pueden posponer las cosas se debe a los altos estándares que se imponen a sí mismos por temor al fracaso. Los contadores públicos suelen ser perfeccionistas que quieren que todo salga bien, a lo que normalmente llamamos responsabilidad.
Regularmente, la naturaleza del trabajo puede prestarse a posponer las cosas hasta el último minuto. Los contadores públicos a menudo tienen que procesar números y completar análisis financieros complejos, lo que puede llevar mucho tiempo y ser tedioso.
Esto puede causar retrasos y conducir a la procrastinación. Finalmente, los contadores públicos pueden verse abrumados por el gran volumen de trabajo que tienen que hacer. Esto puede conducir a sentimientos de desesperanza, lo que a su vez puede conducir a la procrastinación.
Si eres un contador público, es probable que seas bueno en muchas cosas. Pero ser bueno en todo no significa que puedas hacer todo a la vez. Cuando se trata de tu trabajo, es importante priorizar lo que se debe hacer y cuándo.
Aquí hay cinco consejos para ayudarte a evitar la procrastinación y hacer tu trabajo:
Cuando se trata de establecer metas, es importante ser realista. Tratar de lograr demasiado a la vez puede conducir a la frustración y, en última instancia, a la procrastinación. En lugar de establecer objetivos grandiosos, divídelos en tareas más pequeñas que puedan completarse poco a poco. Esto no solo hará que la meta se sienta menos abrumadora, sino que también te ayudará a seguir su progreso a lo largo del camino.
Además de ser realistas, tus objetivos también deben ser específicos. Es más probable que se posterguen las metas vagas porque es difícil saber por dónde empezar. Al ser específico con tus metas, puedes crear un plan de acción claro que hará que sea más fácil mantenerte encaminado.
Finalmente, no olvides darte un poco de margen de maniobra al establecer fechas límite. Tratar de apegarse a una línea de tiempo poco realista es una receta para el desastre y solo te dejará estresado y abrumado.
Hacer una lista de las tareas que necesitas completar y establecer una fecha de vencimiento para cada una es una excelente manera de mantenerte organizado y al día.
Esto ayudará a garantizar que completes todas tus tareas de manera oportuna y te ayudará a mantenerte responsable.
Al hacer tu lista, asegúrate de ser realista acerca de la cantidad de tiempo que tomará cada tarea y de tener algo de tiempo de flexibilidad en caso de que surja algo. Una vez que hayas establecido tu lista y las fechas de vencimiento, asegúrate de cumplir con el horario y no tengas miedo de pedir ayuda si la necesitas.
Esto te ayudará a realizar un seguimiento de lo que hay que hacer y cuándo.
Reserva un tiempo específico cada día para trabajar en tus tareas y respétalo tanto como sea posible. Esto ayudará a entrenar tu cerebro para que se concentre en la tarea que tienes entre manos durante ese tiempo.
Finalmente, no tengas miedo de pedir ayuda cuando sea necesario. Delegar parte de tu trabajo puede aligerar tu carga y ayudarlo a hacer las cosas de manera más eficiente.
No se puede negar que es difícil concentrarse en una tarea cuando hay tantas distracciones a nuestro alrededor. Pero si queremos ser productivos, es importante dejar de lado todas las distracciones y concentrarnos en una tarea a la vez. Esto significa apagar el televisor, guardar nuestros teléfonos y evitar cualquier cosa que pueda distraernos de la tarea que tenemos entre manos. Puede ser difícil al principio, pero con la práctica se volverá más fácil y podremos hacer más cosas.
Cuando te sientas abrumado o estresado, es importante tomar descansos. Si intentas seguir adelante trabajando, es probable que termines sintiéndose aún más abrumado y estresado.
La procrastinación es enemiga de la productividad, así que toma unos minutos para relajarte y rejuvenecer.
Tomar descansos puede ayudarte a despejarte, relajarte y volver a su trabajo con energía fresca. Si te encuentras procrastinando, podría ser una señal de que necesitas tomarte un descanso.
Puede ser difícil mantenerse motivado cuando se trabaja en tareas que parecen interminables.
Completar una tarea, por pequeña que sea, puede ser gratificante a su manera. La sensación de logro que sientes puede ayudarte a motivarte a seguir trabajando duro.
Si has estado posponiendo las cosas, reserva algo de tiempo para trabajar en la tarea que tiene entre manos y luego recompénsate por completarla. Esto podría significar tomarte un descanso para hacer algo que disfrutes o darte un pequeño capricho. Elijas lo que elijas, asegúrate de que sea algo que te motive a seguir adelante.
La procrastinación está a nuestro alrededor. Es fácil distraerse. Mientras estás ocupado, es fácil quedar atrapado en otro trabajo. Lo importante a recordar es que la postergación solo conducirá a más postergación.
La procrastinación es un problema común para los contadores públicos, pero no tiene por qué serlo. Al seguir estos cinco consejos, los contadores públicos pueden evitar la procrastinación y terminar su trabajo a tiempo.
En síntesis, la procrastinación puede ser un gran obstáculo para el éxito de los contadores públicos. Si te encuentras postergando, trata de averiguar por qué y luego encuentra una manera de solucionar el problema. Hay muchos recursos disponibles para ayudarte a superar la procrastinación, así que aprovéchalos. Con un poco de esfuerzo, puedes superar la procrastinación y alcanzar tu máximo potencial.
Francisco Javier Moreno Díaz
Contador público
Profesor Universidad Central – Programa Contaduría Pública
Maestrando en Business Analytics
Magíster en Administración de Empresas
Especialista en Gerencia
Especialista en Auditoría de Sistemas
Me apasiona ayudar a mis clientes a crecer y tener éxito. ¡Descúbrelo!
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Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
