Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

A propósito de los Pecados Capitales y las demandas contra los Contadores Públicos – Carlos Sastoque


Autor: Carlos H. Sastoque M.

En estos días de cuaresma admin.actualicese.co ha publicado los Siete Pecados Capitales de los Contadores Públicos, detectados y combatidos por el jerarca monseñor Jaime Hernández V. 

El sexto y séptimo de éstos son los más cometidos por casi todos.

Creo que por incurrir en ellos, nos llegan del cielo muchas penitencias y grandes castigos; como la demanda puesta por un economista ruso-rolo contra la facultad legal de los Contadores Públicos Colombianos para ejercer sus funciones.

Algunos argumentan que la demanda no prosperará. Aunque así parezca  es mejor no descuidarnos. A lo largo de la existencia de nuestra profesión han sido muchas las demandas con las que diferentes personas y organizaciones han atacado a la Contaduría Pública y han pretendido quitarles funciones y facultades legales a quienes la ejercemos.

En más de una ocasión han estado a punto se salirse con la suya.  Cosas como ésta no sucederían si nuestros profesionales estuvieran unidos en un solo gremio fuerte.

Desafortunadamente para la mayoría de nuestros presuntos líderes pesan más el orgullo y los intereses personales (deseo de darse vitrina, creerse que son los únicos poseedores de la verdad, ambición de mostrar poder, rechazo a que nuevas personas tomen el liderazgo, etc.), arrojando como resultado que cada vez que se acoge  una alternativa para unirnos,  al final quedamos más divididos que antes.

El 4 de Mayo de 2006 se constituyó el COLEGIO DE CONTADORES PÚBLICOS DE COLOMBIA “CONPUCOL”, como medio de lograr una colegiatura profesional fuerte y única. Ahora la mayoría de quienes trabajaron por su creación se olvidaron del nuevo ente, que ellos mismos ayudaron a dar a luz -padres irresponsables deberían llamarse- y  siguen haciendo liderazgo profesional por su lado, desde otros entes.

Cada uno por separado, sin resultados positivos. Causando gran desorientación, decepción y deserción entre los más de 140.000 contadores públicos colombianos.

A varios de los líderes, parece que los tiene sin cuidado el bienestar de la profesión:  para ellos no es importante. Tal vez lo que más les importa es aparecer en las fotos, darse un vitrinazo de vez en cuando, tener su pequeño reino donde regodearse con un supuesto poder, tratar de demostrar que son los únicos poseedores de la verdad, desconocer el liderazgo de otros. Y qué decir de aquellos, dizque colegas,  que aprovechan la tribuna pública para calumniosamente vociferar que “todos los contadores son corruptos”.

No  obstante, unos y otros siguen hablando de la necesidad de unidad profesional.  Pero de unidad solamente bajo su dependencia y satisfaciendo sus caprichos y anhelos personales. A dónde iremos a parar?

Lo anterior me hace atrever a invitar a todos los más connotados y destacados líderes que hemos conocido desde años atrás, para que renuncien a sus ambiciones personales y apoyen a las nuevas generaciones para que tomen el mando.

Como frecuentemente dice el colega Edgar Nieto S., ya es hora de “retirarse a los cuarteles de invierno”. Y desde allí apoyar entusiastamente a los  líderes del siglo XXI;  éstos también merecen estar en el curubito y ser respaldados. Que toda su experiencia, sabiduría y paciencia se pongan, desinteresadamente, al servicio de los nuevos profesionales. Pero que sea un apoyo real. No como el de Chávez y Uribe.

Ojalá que en estos próximos días de la Semana Santa haya una profunda y sana reflexión, nos arrepintamos de caer en los siete pecados capitales denunciados por el cardenal Hernández,  asumamos actitudes reales de humildad y solidaridad y muy pronto todos estemos juntos, dándole fortaleza a nuestra colegiatura profesional. 

Amén.

C.P. Carlos Sastoque M.

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