Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Al final de cada período se deben evaluar los anticipos para establecer si se van a deteriorar o incluso darlos de baja. Los gastos pagados por anticipado deben monitorearse para decidir si se van a recuperar.
Brevemente respondamos la siguiente inquietud: ¿qué manejo se le debe dar bajo estándares internacionales a los anticipos hechos al finalizar el período?
Los pagos anticipados son activos siempre y cuando correspondan a pagos o erogaciones realizadas antes de recibir un producto o servicio. Por ejemplo, si se hace un contrato de arrendamiento de un año por un valor mensual de $1.000.000 y se paga el año de forma anticipada, entonces se tiene un gasto pagado por anticipado que se puede reconocer en el estado de situación financiera.¿Qué va a pasar después con dicho gasto pagado por anticipado? Para efectos de la presentación de la información financiera, al vencimiento de cada mes se irá disminuyendo el gasto pagado por anticipado y se reconocerá la partida en el estado de resultados. Básicamente se hace un crédito en el activo y un débito en el gasto por concepto de arrendamiento o en cualquier otra cuenta donde sea pertinente reconocer el gasto.
Estos gastos pagados por anticipado (anticipos) deben ser monitoreados; veamos un ejemplo:
Se han encontrado anticipos que se hicieron hace dos o tres años para que se prestara un servicio (desarrollo de software o página web) y resulta que el proveedor nunca presentó lo que iba a entregar y se deja el anticipo en la cuenta de deudores.
¿Este anticipo sigue cumpliendo la definición de activo? ¿Verdaderamente se va a recibir un bien o un servicio por dicho anticipo? La entidad, al final o cierre de cada período, debe evaluar esos anticipos (¿para qué y en qué fecha se entregaron?, ¿cuál era la promesa de la persona que los recibió?) y asimismo establecer si el anticipo se va a recuperar o si es necesario reconocer algún tipo de provisión o deterioro del valor relacionado con este.
En conclusión, al final de cada período se deben evaluar los anticipos para establecer si se van a deteriorar o incluso darlos de baja.
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