Laura Disanto afirma que no necesariamente se debe cambiar la fórmula del salario mínimo. Lo que se debería hacer es actualizar el ingreso per cápita en función de la riqueza.
No se puede pretender aumentos salariales, sin considerar a los emprendedores, quienes se verán obligados a cumplir con toda la carga prestacional.
Laura Disanto afirma que no necesariamente se debe cambiar la fórmula del salario mínimo. Lo que se debería hacer es actualizar el ingreso per cápita en función de la riqueza.
No se puede pretender aumentos salariales, sin considerar a los emprendedores, quienes se verán obligados a cumplir con toda la carga prestacional.
Laura Disanto, máster en derecho laboral y abogada senior en Mazars Colombia, afirma que la contratación por horas no es el problema, sino que las ideas que nazcan deben concentrarse en las cargas prestacionales que se generan, las cuales no son flexibles para este tipo de modalidades.
Esta discusión no es nueva. En Colombia antes de la década de los años ochenta existía el salario diferenciado. Sin embargo, posteriormente se optó por la unificación de este, y es que la discusión no es menor, se ha evidenciado por el Dane que los gastos en algunas zonas rurales son menores que en las zonas urbanas.
Pero es fundamental tener en cuenta que la discusión no es la simple implementación de los salarios diferenciales, esto requiere de criterios objetivos que permitan la diferenciación, teniendo en cuenta los factores propios de cada región y las actividades, lo que requiere de un trabajo de las regiones y la política local.
En todo caso, el desgaste en las medidas de control respecto de las compañías sería mayor, ya que podría presentarse la “trashumancia” de trabajadores de una región a otra con el fin de obtener menores gastos respecto de los salarios.
No necesariamente la fórmula del salario mínimo debe cambiarse, tal vez lo que se debe actualizar es el ingreso per cápita en función de la distribución de la riqueza y que se le permita a las personas cubrir su mínimo vital, teniendo en cuenta la realidad de su contexto.
No se puede pretender aumentos salariales, sin considerar a los emprendedores, quienes se verán obligados a cumplir con toda la carga prestacional y esto puede disuadirlos de entrar en el mercado laboral.
El problema no es la contratación por horas. Considero que actualmente ya existen este tipo de esquemas de flexibilización. La discusión y las nuevas ideas que nazcan deben concentrarse en las cargas prestacionales que se generan, las cuales no son flexibles para este tipo de esquemas.
No tiene sentido tener un ingreso salarial parcial que requiera de un pago sobre el 100 % de las prestaciones sociales y la seguridad social, de una remuneración que no se recibe.
Claro, la flexibilización deberá tener en cuenta el tema pensional. Como se vio en la reciente decisión de la Corte Constitucional, sobre la declaratoria de inconstitucionalidad del piso de protección social. El legislador ahora deberá pensar en sistemas flexibles.
Es claro que nuestro sistema pensional debe buscar la protección universal y eficaz de los colombianos, pero es ineludible considerar que la informalidad y la necesidad de un sistema flexible debe permitir la creación de un sistema adaptable, sin desconocer los derechos mínimos de pensión.
Se debe tener en cuenta que los trabajadores por horas pueden tener varios ingresos y contratos que les permitan llegar a un mínimo. El sistema debe flexibilizarse con miras a permitirle este movimiento entre las diferentes compañías.
No es un tema de ir en contra o a favor, las compañías se esfuerzan por cumplir con todas las cargas y obligaciones labores. Buscar la reducción de costos laborales; como cualquier negocio, contribuye a tener una rentabilidad para poder seguir operando.
Fue evidente en pandemia, que para que las empresas pudieran subsistir una crisis, fue necesario la reducción en todas las líneas dentro de su operación, incluyendo los costos laborales.
La globalización, las nuevas maneras de realizar negocios del mundo y la implementación de uso de nuevas tecnologías está impactando la forma en la que el mundo entero trabaja. El legislador debe tener en cuenta estas nuevas herramientas y pensar en ampliar el espectro respecto de como superar la informalidad para que el sistema pueda sostenerse.