El cambio tecnológico es un factor que puede afectar las cifras de empleo en Colombia.
2,8 millones de trabajadores serán potencialmente desplazados a causa de la automatización en nuestro país.
Los trabajos se transformarán, o se crearán nuevas ocupaciones relacionadas con el cambio tecnológico.
El cambio tecnológico es un factor que puede afectar las cifras de empleo en Colombia.
2,8 millones de trabajadores serán potencialmente desplazados a causa de la automatización en nuestro país.
Los trabajos se transformarán, o se crearán nuevas ocupaciones relacionadas con el cambio tecnológico.
El 31 de enero de 2020, Fedesarrollo publicó en Tendencia Económica el editorial “Diagnóstico del Mercado Laboral”, donde indica que la tasa de desempleo en el territorio nacional se ha constituido como la principal mancha en el desempeño económico del país.
En 2019, la tasa de desempleo nacional ascendió a 10,5 %, nivel que no se observaba desde 2011 cuando se ubicó en 10,8 %. Igualmente, la tasa de participación se redujo de 64,0 % en 2018 a 63,3 % en 2019, año en el que ingresaron 455 mil personas a la inactividad.
Para la entidad, el cambio tecnológico se constituye como un factor que puede estar afectando las cifras de empleo en el país.
«La automatización (tecnologías como robots, tecnologías de información y comunicación y la inteligencia artificial) y la simplificación de los procesos productivos en las grandes empresas amenaza con destruir puestos de trabajo», indica la publicación.
Las labores tradicionales de baja calificación o repetitivas (operarios de máquinas o cajeros) pueden ser fácilmente sustituidas por las nuevas tecnologías.
Un total de 2,8 millones de trabajadores serán potencialmente desplazados a causa de la automatización en Colombia, lo que representa un reto importante en términos de política pública, especialmente en el frente educativo y la formación para el trabajo.
«Dado que en el futuro se necesitarían nuevas habilidades, especialmente aquellas enfocadas en el mundo digital y manejo de datos, se requiere una alta capacitación del capital humano desde ahora con el fin de que la oferta laboral pueda ser absorbida por el mercado», sugiere la publicación.
En el año 2018, el Banco Interamericano de Desarrollo –BID– creó un indicador para evaluar la vulnerabilidad de los mercados laborales de algunos países frente a la automatización.
Este incorpora una serie de componentes para su evaluación, como el stock de robots por trabajador, la intensidad y uso de las TIC, el nivel educativo, la participación de las exportaciones de software en las exportaciones totales y el riesgo estructural.
De acuerdo con este indicador, Colombia tiene un riesgo de automatización elevado en comparación al resto de países, en particular por su nivel educativo relativamente bajo y su estructura productiva dependiente de sectores primarios.
Según los resultados para América Latina, Colombia es el país con mayor riesgo, presentando un indicador del 42,5 %, superior al del promedio de la región, 39,5 %.
«Si bien es cierto que existe un potencial de automatización en la región y en Colombia, es importante resaltar que esto no lleva a una pérdida instantánea de estos empleos», recalca el documento.
Por una parte, los trabajos se transformarán, o se crearán nuevas ocupaciones relacionadas con el cambio tecnológico (por ejemplo, inteligencia artificial).
Por otro lado, la falta de cualificación, el rezago en infraestructura y el bajo costo de la mano de obra, que no incentiva la adopción de nuevas tecnologías por parte de las empresas, son problemas que se han agravado debido a que la mayoría de las empresas en Colombia son pequeñas, provocando que el cambio tecnológico no tenga el mismo impacto en las ocupaciones como en los países desarrollados.