El sistema pensional se caracteriza por la competencia entre sus dos regímenes y por la insuficiencia de programas como Colombia Mayor y BEPS.
El total de pensionados para 2019 fue aproximadamente de 1,6 millones, de los cuales cerca del 90 % se encuentra en el RPM y el 10 % restante en el RAIS.
El sistema pensional se caracteriza por la competencia entre sus dos regímenes y por la insuficiencia de programas como Colombia Mayor y BEPS.
El total de pensionados para 2019 fue aproximadamente de 1,6 millones, de los cuales cerca del 90 % se encuentra en el RPM y el 10 % restante en el RAIS.
El Consejo Privado de Competitividad, en su Informe nacional de competitividad 2020-2021, capítulo “Pensiones”, describe que la Ley 100 de 1993 tuvo por objetivo la reestructuración del sistema pensional con el fin de hacerlo más eficiente, equitativo y sostenible.
Sin embargo, mantuvo algunos desequilibrios, por lo que se han venido realizando ajustes:
El gasto de Colombia en su sistema pensional es cuatro veces inferior al de países como Italia o Grecia.
En los últimos años el rubro destinado a pensiones ha aumentado hasta casi el 4 % del PIB, una asignación en 2020 del 15 % del Presupuesto General de la Nación.
«Pese a los avances alcanzados, hoy existe un consenso entre gremios, sectores políticos y academia en que los retos vigentes del sistema pensional solo podrán ser resueltos a través de una reforma pensional estructural», indica el informe.
El documento del CPC explica que los sistemas de protección a la vejez pueden categorizarse en función de los pilares que los sostienen y su financiación:
En nuestro país coexisten los tres modelos. Sin embargo, a diferencia de los sistemas multipilares en donde su adecuada articulación busca la cobertura y equidad, el sistema pensional actual se caracteriza por:
«Este sistema es el resultado de casi tres décadas en las que el Estado colombiano ha buscado resolver los problemas de cobertura, sostenibilidad y equidad pensional desde la Ley 100 de 1993. Sin embargo, la posibilidad de alcanzar la cobertura pensional bajo estos parámetros es remota dada la naturaleza del mercado laboral y la capacidad fiscal del país», indica la entidad.
Los requisitos mínimos de acceso a pensión (de 22 a 25 años de cotizaciones, dependiendo del régimen) son demasiado altos para una población que fluctúa entre la formalidad y la informalidad.
En cuanto a la cobertura efectiva en pensiones, el informe estima que es cercana al 24,5 %, similar al promedio de América Latina (27 %), pero muy por debajo de países como Argentina, Uruguay y Brasil, cuyas coberturas sobrepasan el 80 %.
Restringiendo la cobertura pasiva a quienes reciben pensión contributiva por valores superiores a un (1) salario mínimo mensual legal vigente –smmlv– se observa que el total de pensionados para el año 2019 fue de aproximadamente 1,6 millones. De estas pensiones, cerca del 90 % se encuentran en el RPM, y el 10 % restante, en el RAIS.
En cuanto a sexo y zona, se evidencian importantes asimetrías y rezagos: en promedio, mientras que a nivel urbano el 29 % de la población en edad de jubilación tiene acceso a una pensión contributiva, en zonas rurales solo accede el 8 %; así mismo, la cobertura pensional para hombres se ubica en 30 %, mientras que en mujeres alcanza el 21 %.
«Dada la baja cobertura, el Estado ha optado por ampliar el alcance pensional a través de mecanismos no contributivos, como el programa BEPS con 22.000 beneficiarios en 2019 y Colombia Mayor con 1,6 millones. Sin embargo, si bien el alcance de estos mecanismos focalizados siempre está sujeto a la capacidad fiscal del país, es pertinente tener en consideración el eventual impacto en su financiación dada la crisis por COVID-19», indica el CPC.