Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Asesoría financiera: contabilidad con un enfoque más allá de la teneduría de libros – Luis C. Arango T.


El ejercicio profesional del contador en Colombia ha sido históricamente circunscrito al cumplimiento y la teneduría de libros; esto ha sido evidenciado en diferentes publicaciones, como el informe ROSC emitido por el Banco Mundial en agosto de 2003, donde se estableció, entre otros aspectos, la baja calidad de la información financiera y la influencia de los organismos fiscales y de control en los principios de contabilidad generalmente aceptados.

Es habitual escuchar las quejas de los contadores por la baja remuneración a sus servicios, por ejemplo, ofertas laborales con salarios que no compensan la dedicación, esfuerzo y dinero invertido durante más de 5 años para obtener un título universitario. En muchas ocasiones ni siquiera un título de posgrado le brinda al contador un salario digno como profesional. En la gran mayoría de las empresas el contador es un empleado de segunda categoría que tan solo en muy contadas ocasiones asciende a cargos directivos importantes.

Frente a esta situación debemos reflexionar cuál es razón por la que la profesión ha llegado a tal nivel de descrédito. Podríamos manifestar causas tales como la gran cantidad de contadores que se gradúan a diario de todo tipo de universidades, ya sean prestigiosas o de “garaje”, o el poco reconocimiento y agradecimiento de los empresarios por la laboriosa tarea llevada a cabo por el contador. Si bien estas son situaciones que afectan la profesión, no son la causa principal de la baja reputación de los profesionales contables.

Analizando los hechos desde una perspectiva más objetiva, observamos que, aunque la labor del contador es bastante ardua por la gran cantidad de requerimientos de los organismos de control y fiscalización, solo se limita al cumplimiento. Ahora bien, cabe preguntarnos racionalmente, ¿cuál empresario estaría dispuesto a remunerar generosamente una labor de cumplimiento que brinda tranquilidad frente al cumplimiento de las normas, pero que no genera ningún valor agregado?

Es aquí donde la aplicación de los Estándares Internacionales plantea grandes retos, pero a la vez grandes oportunidades para los contadores del país. Debemos abordar la aplicación de estos nuevos marcos técnicos normativos desde una perspectiva más amplia, haciendo de la contabilidad una herramienta clave de la gestión financiera de las empresas. Este es el enfoque que se le da en los países desarrollados, donde la contabilidad tiene como principal finalidad proporcionar información útil a los mercados financieros para que tanto inversionistas como otras partes interesadas tomen decisiones acertadas.

Al respecto, se han planteado muchas posiciones donde se manifiesta que los Estándares Internacionales solo son aplicables a las empresas que cotizan en las bolsas de valores, que para el caso colombiano solamente son setenta y cuatro, si bien es cierto que estas normas se concibieron inicialmente para este tipo de empresas no hay razones para pensar que no se deban aplicar a la totalidad de las empresas colombianas. ¿Acaso no es un inversionista el empresario que constituye una empresa para desarrollar una actividad económica?, ¿acaso no son partes interesadas sus socios, financiadores, proveedores, clientes y el mismo estado?

“Como contadores, debemos replantear nuestro ejercicio profesional y convertir la contabilidad en una fuente de información verdaderamente útil”

Las Normas Internacionales de Información Financiera contienen una serie de requerimientos de reconocimiento, medición y revelación complejos, sin embargo, estos no aplican en la gran mayoría de las Pymes, ya sea por razones de materialidad o de la restricción costo beneficio.

Como contadores, debemos replantear nuestro ejercicio profesional y convertir la contabilidad en una fuente de información verdaderamente útil para que los inversionistas, empresarios, directivos y el público en general que redunde en el desarrollo y crecimiento del sector empresarial y de la economía nacional, pueda tomar decisiones más acertadas y bajo criterios más sólidos.

La información y asesoría financiera útil genera un valor agregado incontrovertible que indudablemente es remunerado ampliamente por los directivos y empresarios en general. Ahora bien, esto no le resta importancia al tema fiscal, el cual es quizá el aspecto más relevante en muchísimas pymes, pero más que una labor de simple cumplimiento, lo que estas empresas demandan de los profesionales contables es una verdadera asesoría orientada a una adecuada planeación tributaria.

Luis Carlos Arango Tabares
Socio Líder Servicios Financieros
GlobalContable.com
lcarango@globalcontable.com
lc.arango@uniandes.edu.co

Luis C. Arango T.
Contador Público de la Universidad de Antioquia, Magister en Finanzas de la Universidad de los Andes, especialista en NIIF con certificado internacional de ACCA, Certificación BMC en la plataforma de información financiera Bloomberg. Experiencia de más de 10 años como asesor Tributario y financiero. Actualmente se desempeña como Socio líder de servicios financieros en Globalcontable donde ha liderado numerosos procesos de conversión a Estándares Internacionales y servicios de Consultoría contable y financiera en entidades del sector privado como el Grupo Envia – Coltanques, Seguros la Equidad, PepsiCo Colombia, Constructora Parque Central, Cooperativa de Educadores de Boyacá, y más de 10 Cajas de Compensación familiar del país. Y en el sector público en el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones - MNTIC y La Red de Salud del Oriente en la Ciudad de Cali.
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