Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Auditor puede estar en desacuerdo con Estados Financieros reexpresados a NIIF


Auditor puede estar en desacuerdo con Estados Financieros reexpresados a NIIF
Actualizado: 29 enero, 2015 (hace 9 años)

En el año de transición a NIIF, el papel del auditor va a ser muy importante, pues su firma y el informe que emita van a generar bastante confianza a los lectores de los Estados Financieros, especialmente porque este es un proceso coyuntural.

En el período de transición, ¿el auditor puede estar en desacuerdo con los Estados Financieros reexpresados a NIIF?

El auditor es un profesional independiente que emite un informe en el que expresa su opinión, la cual es sustentada con respecto a la información consignada en los estados financieros.

Para evitar una situación en la que el auditor no esté de acuerdo con los Estados Financieros reexpresados a NIIF, la entidad puede hacer un encargo específico a un auditor sobre dichos Estados, para ello se sugiere que sea el mismo que viene haciendo el trabajo y que conozca la trayectoria de la empresa.

No obstante, también se puede contratar a un auditor diferente, y es en esta situación en donde se puede aceptar que se presenten diferencias con respecto a los estados financieros reexpresados; el auditor puede determinar que es necesario realizar modificaciones en dichos Estados Financieros, y la empresa puede poner en consideración si realiza o no los ajustes que recomienda el auditor. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si la empresa decide no realizar los ajustes recomendados por el auditor, se enfrenta a que él exprese su opinión con salvedad.

Por otra parte, en el año de transición a NIIF, el papel del auditor va a ser muy protagónico, puesto que su firma y el informe que emita va a generar bastante confianza a los lectores de los Estados Financieros, especialmente porque es un proceso coyuntural;  de ahí la sugerencia de mantener un mismo auditor que lleve todo el proceso para evitarse algún sobresalto de última hora.

Es conveniente que haya mucho diálogo y concertación, y que tanto la auditoría de manera independiente, como el área contable dentro de la administración, tengan plenamente identificados los puntos en donde posiblemente se puedan presentar discrepancias, para buscar entendimientos y puntos de encuentro para solucionarlos.

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