Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
En mayo de 2009 el ex ministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga garantizó que en el tiempo que faltaba del mandato de Alvaro Uribe no se crearía una prórroga ni un nuevo impuesto para financiar la seguridad democrática, pero se mostraba de acuerdo con la posibilidad de discutir la creación de un instrumento tributario similar al actual, para que solamente los contribuyentes con ingresos altos pagaran lo que podría ser un tributo a la riqueza.
Sin embargo, para ese entonces muchas empresas habían suscrito acuerdos de estabilidad jurídica, lo que haría que quedaran exoneradas de esa obligación. Un blindaje frente a la posibilidad de nuevos impuestos.
Y sobre la estrecha relación impuestos – ricos, el columnista Héctor Abad Faciolince afirma que le parece increíble que en nuestro país haya apenas 9.200 ricos, entre empresas y personas, que tienen más de tres mil millones de pesos en patrimonio, o apenas 17 mil que tengan más de dos mil millones.
«Lo que uno ve en estas cifras oficiales es que hay miles y miles de vivos escondiendo la plata para no pagar impuestos. Y que el Gobierno (de Uribe), con la obsesión de perseguir guerrilleros, no se preocupa mucho por perseguir evasores. Porque aquí los ricos no deben ser 17 mil sino esa misma cifra con un cero más: 170 mil», dice.
La columnista de Semana, María Jimena Duzán, puso el dedo en la llaga en este tema también cuando dijo que si los ricos colombianos donaran la mitad de su riqueza es mucho lo que se podría hacer con esa plata. Las fortunas de Julio Mario Santo Domingo y de Luis Carlos Sarmiento pueden ser superiores a los 10.000 millones de dólares, y si agregamos la tercera fortuna más grande del país, que la de Carlos Ardila Lülle, se podría llegar a una suma de no menos de 15.000 millones de dólares.
«Sin embargo, si me lo preguntan – dice- yo prefiero que los ricos ejerzan la filantropía pagando impuestos. El costo fiscal para este año por cuenta de las gabelas tributarias que se les han dado a los ricos fue de ocho billones de pesos, es decir, cerca de 4.000 millones de dólares, que vendrían a ser la mitad de los 7.000 millones de dólares que los ricos más ricos de Colombia podrían donar si quisieran».
Y si aquí en Colombia el tema parece una utopía pues en Estados Unidos y España, los Gobiernos de estos países se están encargando que sean una realidad.
El presidente estadounidense Barack Obama hizo un llamado a terminar con las exenciones fiscales para los más ricos creadas por el expresidente George W. Bush, como parte de su estrategia para reanimar a la economía. El mandatario aseguró que la frágil economía de Estados Unidos no puede darse el lujo de gastar 700,000 millones de dólares manteniendo reducciones impositivas a millonarios y multimillonarios.
Por su parte, el consejero económico de Obama, Paul Volcker, afirmó en AFP que la redistribución de ingresos en Estados Unidos se realiza desde hace casi 10 años de la clase media hacia los ricos.
La idea de Obama de poner fin a esas exoneraciones para las familias más ricas (de más de 250.000 dólares de ingresos anuales) no invertiría la tendencia. «Lo que se que proponga, no va a cambiar la redistribución de los ingresos hacia el sector más rico de la sociedad estadounidense», advirtió.
Como lo afirma el columnista de The New York Times, Paul Krugman, el espectáculo de los estadounidenses de altos ingresos, regodeándose en la autocompasión y en la superioridad moral sería divertido, excepto por una cosa: bien podrían salirse con la suya. No importa el precio de 700,000 millones de dólares por extender las exenciones fiscales en las altas categorías: prácticamente todos los republicanos y algunos demócratas se apresuran a ayudar a los acaudalados oprimidos.
«Como se ve, los ricos son diferente a usted y a mi: tienen más influencia. En parte, es una cuestión de contribuciones a las campañas, pero también lo es de presión social, ya que los políticos pasan mucho tiempo con los adinerados. Así que cuando los ricos enfrentan la posibilidad de pagar un 3% o 4% extra de impuesto sobre la renta, los políticos sienten su dolor; lo sienten con mucha mayor agudeza, queda claro, del que sienten por el dolor de las familias que están perdiendo empleo, casa y esperanzas».
El gobierno español en su proyecto de presupuesto para 2011, está pensando realizar un alza de impuestos a los más ricos y ajustes fiscales destinados a sentar las bases para una mayor reducción del déficit público y recuperar la confianza de los mercados. Con el alza del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas se recaudaría entre 170 y 200 millones de euros adicionales.
De esta forma, y como lo publica La República, dicho impuesto para ingresos superiores a 120.000 euros subirá un punto en el tramo estatal y en 2 puntos para rentas superiores a 175.000 euros, a lo que se podrían sumar subidas similares a escala regional en cada Comunidad Autónoma. «Los presupuestos incluyen ajustes fiscales a exigir un esfuerzo mayor a quienes tienen rentas más altas», dijo María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta y portavoz del Gobierno.
En España la cifra de personas que declaran disponer de un patrimonio valorado entre uno y diez millones de euros asciende a 87.471, mientras que un total de 1.467 contribuyentes poseen un patrimonio superior a los 10 millones de euros, según los datos del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda.
«Hay infinidad de ricos intermedios que se hacen los pobres, que son ricos invisibles y que no existen para el fisco del país»: Héctor Abad Faciolince
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