Avances tecnológicos y su efecto sobre el margen operacional – Helber Monroy

En la actualidad, cada vez más, vemos como la tecnología y la robótica vienen dando pasos agigantados en la oferta de soluciones para todas las áreas y todos los actores de la sociedad.

De hecho, este fenómeno ya está desplazando la mano de obra en los niveles bajos y medios de las organizaciones. Para citar un ejemplo, en Japón ya existen supermercados sin presencia alguna de personas, el cliente ingresa por la puerta inteligente, toma los productos y los lleva en un carrito, luego los pasa por una maquina empacadora, que, además emite la factura y finalmente pasa por la caja automática, donde cancela con tarjeta débito o crédito y sale por la puerta que se abre inteligentemente.

Los empresarios obviamente ya han visto en esta tendencia futurista, una oportunidad para pensar en mejorar los márgenes de utilidad y otras prebendas que pueda otorgar el uso de la tecnología en cualquiera de sus aplicaciones. El dilema se ha centrado entre qué gasto operacional es más favorable, el gasto de nómina, o el gasto de depreciación de las maquinas, obviamente el segundo es menor y es el que puede interesar a las finanzas corporativas de las empresas. La nómina y la carga prestacional de los trabajadores son uno de los rubros más costosos dentro de la estructura de gastos de las compañías.

Y eso sin tener en cuenta que, otra bondad de la automatización es que las maquinas no tienen sentimientos, no manifiestan envidias, no piden permisos, no tienen familia, además, no se sindicalizan. Todos estos eventos anteriores, significan un alivio para cualquier empleador desde el punto de vista de relaciones interpersonales, evitando conflictos, envidias, suspicacias y todos aquellos comportamientos humanos que provocan discordia tanto entre empleados, como entre empleados y empleador.

Al operar con menos gastos operacionales, se registra una mayor utilidad operacional, y esta utilidad es de vital relevancia para las compañías, ya que, de dicha utilidad, se desprende el segmento financiero tanto del estado de resultados como del flujo de caja. Lo anterior, quiere decir que la utilidad operacional es la que soporta el servicio de la deuda, el pago de dividendos y el tema tributario.

Helber Mauricio Monroy Pedraza
Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 3473, abril 9 de 2018