Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Hacer largas filas para retirar y consignar dinero, aceptar las cláusulas de las cuentas corrientes o de ahorro, admitir los altos intereses remuneratorios o moratorios que impongan, comprar los seguros que ellos exijan, correr con todos los riesgos a nivel financiero, son algunas de las condiciones a las cuales toca ajustarse cuando se va a ‘negociar’ con alguna entidad bancaria nacional.
Colombia posee decrecimiento económico, la producción industrial y las ventas cayeron casi el 7.3% y 4.5% respectivamente en abril de este año, la inversión extranjera ha caido, la crisis económica mudial lógicamente también llegó a nuestro país. Súmele que la tasa de desempleo es alta y es notorio un desequilibrio en material de salarios, capital e ingresos.
Sin embargo, el sistema financiero nacional parece ser lo único que crece y a lo único que le va muy bien, ya que cada vez se enriquece mucho más. Un ejemplo claro de esta situación es Bancolombia que para mayo de este año sus activos acumularon $40,4 billones, su cartera bruta fue de $28,4 billones, los depósitos cerraron en $26,7 billones y el patrimonio se situó en $5,9 billones.
Para el analista económico Germán Uribe las utilidades del sistema financiero llegaron a 3.14 billones de pesos en los cuatro meses de 2009, con un incremento del 51% frente al mismo periodo del año anterior.
«Las utilidades alcanzadas por el sector financiero entre enero y abril pasados son superiores en 1,1 billones de pesos a las registradas en igual período de 2008. Los establecimientos de crédito reportaron utilidades por 2 billones de pesos. Y para rematar, tras de que la banca no revierte en beneficio social lo que una ley debería obligarla a revertir, y mientras cobra hasta algo inherente a su función como es la «cuota de manejo» y genera para sí misma sumas astronómicas a través de la intermediación financiera, inversiones de portafolio y extravagantes comisiones por «servicios», la desconcertante preocupación del gobierno sale de la boca del Superintendente Financiero, Roberto Borrás cuya mayor obsesión es «establecer un mecanismo de salvamento para las instituciones que se encuentren en problemas, sin llegar a la nacionalización.»
El presidente de Fenalco, Guillermo Botero, hace una semana en la ciudad de Cali, denunció que por culpa de los elevados costos y las altas tasas de interés bancarios no se está estimulando el consumo de los hogares en la actual recesión.
Aseguró al diario El Pais que sólo por comisiones cobradas a los comerciantes por tarjetas de crédito, la banca recibió $316.000 millones el año pasado. “Eso es un abuso”, dijo. Además, reveló que por ello las ventas a través de ese medio bajaron de $8,2 billones a $7,7 billones entre el 2008 y el 2009.
Según el más reciente informe de la Superintendencia Financiera de Colombia, los indicadores de rentabilidad de las sociedades financieras continúan en niveles altos. El desempeño de los indicadores de rentabilidad se explica por utilidades mayores en lo corrido del 2009, respecto al año anterior. Así, el ROA (rentabilidad de activo) y ROE (rentabilidad de patrimonio) de las sociedades financieras en junio alcanzaron 3,0% y 20,8% respectivamente, por encima a los observados en igual mes del año anterior.
En lo corrido del año, las sociedades comisionistas de bolsa han presentado aumentos consecutivos en sus indicadores de rentabilidad, mientras que los indicadores de los establecimientos de crédito disminuyeron, en ambos casos, respecto al año anterior.
Otro dato. En junio de 2009, los indicadores ROA y ROE de los fondos administrados bordearon 16,2% y 16,4% respectivamente. Al igual que en meses anteriores, los indicadores de rentabilidad de los fondos administrados fueron superiores a los registrados el año anterior. El segundo trimestre de 2008 cerró con pérdidas para los fondos de pensiones obligatorias, (nosotros siempre llevando del bulto) llevando los indicadores de rentabilidad de estos fondos a terreno negativo. En contraste, en junio de 2009 los fondos de pensiones obligatorias reportaron resultados históricamente altos llevando el ROA y ROE de los fondos de pensiones y cesantías a niveles de 23,5% y 23,6% respectivamente.
El presidente de Fenalco, Guillermo Botero, se quejó por una campaña publicitaria en la que entidades financieras aseguran que comprar con tarjeta débito no tiene costo para el usuario. Los comerciantes calificaron de falso ese argumento, pues desde su punto de vista sí hay sobrecostos en las compras con tarjetas.
Los bancos, por su parte, y en voz de la presidenta de la Asociación Bancaria, María Mercedes Cuéllar, dijo que es falso el argumento de los comerciantes de que los tarjetahabientes colombianos pagan una de las cuotas de manejo más altas del mundo.
En medio de ese enfrentamiento, queda claro que es el usuario final el que paga los platos rotos. Hasta el presidente Álvaro Uribe, ha recibido quejas por parte de los comerciantes sobre este tema. Según los comerciantes, el costo adicional por el uso de una tarjeta de crédito o débito es del 3,5% del valor del producto o servicio adquirido.
Por su parte, Asobancaria dice que en en dos años las tarifas han bajado a la mitad y que la comisión promedio por tarjeta de crédito es de 2% y por la de débito, un 1,1%. Lo único que queda claro en este tira y afloje es que el usuario final es el que paga los platos rotos.
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