El benchmarking es una herramienta que permite tomar como referencia las mejores prácticas empresariales de entidades líderes y, con base en un estudio de su gestión, adaptar los procedimientos de una organización y mejorar sus resultados. En este editorial mencionamos 4 pasos para ponerlo en práctica.
El benchmarking permite que una entidad realice una comparación de sus métodos, procesos y diferentes situaciones relativas a la operación, con respecto a los de un competidor o diferentes empresas de sectores distintos al que esta pertenece. La técnica en mención ha sido utilizada por muchas empresas para perfeccionar sus métodos y mejorar sus indicadores financieros. Con base en esto, a continuación exponemos los 4 pasos que debe seguir una entidad para realizar benchmarking.
Luego de determinar las situaciones que van a ser sometidas a mejora, se seleccionan las empresas a tomar como referente; estas pueden tener una actividad económica similar o diferente a la de la organización; en realidad, lo importante es elegir una empresa en la que sus procesos y estrategias puedan servir de referente para mejorar los aspectos de la entidad, determinados en el paso 1.
Luego de seleccionar las empresas objeto de estudio, se debe determinar la información requerida para el análisis. En esta etapa se realiza una recolección de datos a través de revistas, publicaciones, trabajos de investigación, estudios, entrevistas, encuestas, entre otros. Posteriormente, se revisa la información recolectada, identificando los aspectos que han tenido en cuenta dichas empresas (que quizá la entidad nunca ha aplicado), y que son la base del éxito en determinado proceso.
Este último paso inicia realizando un análisis de las mejores prácticas empresariales identificadas en el estudio y determinando la viabilidad de llevarlas a cabo en la entidad. Cabe anotar que diferentes empresas líderes pueden manejar algunas estrategias debido a exenciones tributarias, capacidad de operación, alta tecnología en su planta de operación, y puede ser que la entidad objeto de mejora no cuente con dichas condiciones, en cuyo caso el proceso de adaptación no se podría llevar a cabo con éxito.
Así pues, en este paso se deben identificar las limitaciones y sincerarse con las posibilidades de la entidad. Así, en caso de identificar que existen algunas prácticas que pueden ser aplicadas, se procede a realizar el proceso de adaptación, incluyendo algunas mejoras que den valor a la organización y generen que la entidad pueda mejorar o incluso superar a la competencia.