Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Cambio a libros oficiales bajo NIIF (II) – Gabriel Vásquez Tristancho


Gabriel Vásquez Tristancho

Cuando hay complejidad en el flujo transaccional el sistema de información contable contiene miles de instrucciones de diferente orden para cumplir con los requerimientos tanto de la normativa contable como de control interno en cada organización.  Por ejemplo, Ecopetrol administra más de 8.000 cuentas contables del régimen de contabilidad pública RCP.

Al cambiar el modelo contable, cambian no solo las miles de instrucciones y parametrizaciones sino también las cuentas involucradas y sus diferentes reconocimientos, mediciones, presentaciones y revelaciones.

El concepto de “libro” a nivel informático es en realidad un subsistema donde se procesa información bajo un mismo modelo regulatorio con todo lo que involucra el proceso contable, donde la tecnología suple lo que antiguamente se hacía manualmente. No creo que hoy en día alguien se atreva o intente llevar manualmente una contabilidad, es más ni siquiera en Excel por la complejidad que este proceso demandaría y el altísimo riesgo de cometer errores de todo tipo.

NIIF 1 exige en el proceso de transición un período completo de comparación entre los requerimientos informáticos de operar el sistema de información bajo NIIF y norma local.  En realidad lo que se pretende es tener por un lado la oportunidad de contrastar las diferencias entre las dos regulaciones y por otro implementar los ajustes tecnológicos necesarios que se presentarán al implementar NIIF.

Para los grupos 1 y 3 al 1 de enero de 2015 los problemas derivados de iniciar los libros oficiales con un ajuste del saldo contable bajo norma local al saldo bajo NIIF, con un ajuste mediante un comprobante como si fuera un problema de anotación habría una clara confusión, por cuanto de lo que se trata es pasar de un subsistema a otro, donde los parámetros tecnológicos podrían cambiar en una parte importante.

Entonces, proponer un “comprobante contable” para el cambio no es ni procedente ni operativamente viable.  Creemos que el CTCP debería revisar el concepto 2420 de diciembre de 2014 y examinar las pruebas de escritorio y otras pruebas informáticas desarrolladas para este propósito. El “output” del sistema contable bajo alguno de los modelos, local o NIIF, pueden imprimirse en cualquier hoja, de ahí que los “libros oficiales” no explican el mismo.

Por otro lado, el subsistema que se abandona operado bajo norma local, será igualmente útil para el “libro tributario”, porque en Colombia la base fiscal se construye actualmente a partir de la contabilidad basada en el 2649 de 1993 y demás normas complementarias, el cual operaría mínimo cuatro años más para quienes decidan esta opción. Técnicamente ésta sería la mejor recomendación para enfrentar cualquier controversia ante la autoridad tributaria.

Cordialmente,

Gabriel Vasquez Tristancho
Columnista Vanguardia Liberal
Tax Partner – Baker Tilly
E-mail: gvasquez@bakertillycolombia.com

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