Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Caminos para la búsqueda de un modelo contable en materia fiscal en Colombia (II) – Gabriel Vásquez Tristancho


Hay varios intentos por explicar las diferencias entre los Estándares Internacionales y la base fiscal con el enfoque de un modelo mixto de intersección en un solo sentido, al tener el principio de independencia y autonomía de las normas tributarias frente a las de contabilidad y de información financiera.

La casuística es infinita y los modelos deberán desarrollarse primero de manera conceptual para después alinear el reconocimiento de ingresos, costos y deducciones cambiando lo necesario tanto en normas sustantivas como procedimentales en los casos de prueba contable y las posibles sanciones fiscales.

Cuando la pretensión es solamente el costo histórico como punto de llegada a la base fiscal, se excluyen otras dimensiones en lo tributario y no se dinamiza la presentación de información económica tributaria de la misma manera en que se hace bajo Estándares Internacionales, si bien esto no quiere decir que sean iguales, resulta necesario identificar sus asimetrías.

En otras palabras, no hay que distraerse solo con el concepto de medición, cuando la problemática es más compleja. Se debe trabajar primero con una metodología estructurada para no caer en los vicios de las interpretaciones sesgadas para cualquier lado: la del sujeto pasivo o la del sujeto activo.

Según el Comité de Expertos Tributarios las áreas que posiblemente tienen mayor impacto en la determinación de la base fiscal y a las cuales debe ponerse especial atención son: “inventarios, instrumentos financieros, propiedad, planta y equipo, propiedades de inversión, intangibles, activos biológicos, propiedades mantenidas para la venta, beneficios a empleados, planes de beneficio por retiro, diferencia en cambio, moneda funcional, inversiones en asociadas, negocios conjuntos y operaciones conjuntas e instrumentos financieros, combinaciones de negocios (fusión o escisión), provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes, construcción, concesiones, recursos minerales, arrendamientos y deterioro de activos”.

En todo caso, el nuevo modelo contable fiscal tendrá que partir de un Estado de Situación Financiera de Apertura Fiscal –ESFAF-, en el que aparecerán nuevos activos y pasivos en materia fiscal, remediciones y eliminaciones permitidas con las nuevas reglas, que demandarán, por ejemplo, revisar al menos el 80% del contenido actual del Estatuto Tributario.

El camino de continuar 4 años con lo conocido, (las normas del Decreto 2649 de 1993), garantizará un recaudo estable del 45% del total nacional al 2015 proyectado, cifra que, insistimos, revela que no estamos ante un juego de niños aprendices ni mucho menos ante improvisaciones. Lo bueno de la etapa actual es que permitió implementar la normativa internacional contable sin interferencias con la base imponible.

Gabriel Vásquez Tristancho
Columnista Vanguardia Liberal. Socio impuestos Baker Tilly Colombia. Contador Público de la UNAB de Bogotá. Magister en Economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Cursos en Habilidades Gerenciales en ITEMS de México. Gestión Tecnológica de la Universidad de Sao Pablo de Brasil convenio UIS. Revisoría Fiscal y Auditorí­a Externa de la UNAB en Bogotá. Investigación en las Ciencias Sociales en la UIS. Negocios Electrónicos en ITEMS de México. Decano de la Facultad de Contaduría de la UNAB. Profesor investigador. Ex-miembro del Consejo Técnico de la Contaduría. Profesor de la Maestría en Administración de ITEMS de México. Profesor investigador en pregrado y posgrados de la Universidad Congreso en Mendoza - Argentina.
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