Carta abierta a Ti como estudiante de Contaduría Pública en Colombia (I) – Hernán Rodriguez

Tu objetivo final como  estudiante universitario de contabilidad en nuestros países tercer-mundistas no es sentarte para un examen de certificación de competencias para el mercado de capitales y por lo tanto es  evidente que no tengas mucho interés en las clases que debes tomar, ni  sobre muchos otros factores que deberías tener en cuenta para tu formación.

¡Tu lo quieres es el grado para trabajar!. Sé que no te quita el sueño el hecho que la universidad esté acreditada o no, que el programa pueda demostrar que reune las características de calidad, o que exista suficiente experiencia docente e investigativa, que se cuente con transferencia de conocimiento empresa-universidad, que se hagan exámenes de simulación de las acreditaciones internacionales existentes, etc.

Sé que nada de esto es de tu interés inicial. Pero yo si se que para ti y para muchos de tus compañeros, la única intención es que quieres trabajar con los propietarios de pequeñas empresas y ayudar con las finanzas, la contabilidad y la información fiscal. Si ese es tu objetivo, temo que hay que decirte desde la óptica de los que hemos pagado por todo y que lo hemos estudiado todo para poder escribir una tesis de maestría y de doctorado en contabilidad, ¡no es necesario pagar tanto dinero!

Dado que el énfasis del 99% de los programas de contaduría se apoyan en los discursos de profesores que no hicieron una carrera en las grandes empresas de contabilidad, ni firmas de Auditorías, pero que sí son obligados a seguir modelos de currículos diseñado para tales perfiles y como lo que inicialmente tu quieres es poder ayudar a tus  finanzas familiares ganándote el sustento como un contable para las pequeñas empresas, entonces el dinero que inviertes en el pregrado y en el postgrado en gran parte, no se verá retribuido. Como contable de las pequeñas empresas, se trabaja WORD OFICCEs, SIIGOSs, Zeus, UNOs…, o alguna otra versión de software de contabilidad. En toda tu carrera profesional vas a estar lidiando con la nómina, las ventas, proveedores y liquidación de impuestos. El asesoramiento en este día a día que te demandarán tus clientes no corporativos no te los enseñarán en un aula universitaria.

El énfasis de los cursos de la universidad estará en los principios de contabilidad generalmente aceptados, contabilidad avanzada, contabilidad pública y gubernamental; fondos de cobertura y otras figuras del comercio especulativo de activos financieros. Puedes que incluso desees especializarte en el cumplimiento de leyes  o similares como la  Sarbanes-Oxley (¿Revisoría Fiscal?). Y si es así, que así sea, obtendrás varias Especializaciones y una Maestría. ¡Aleluya! ya podrás ayudar al porcentaje de las empresas en este país que necesitan este perfil. Pero también podrías aspirar a ser profesor o catedrático en un esquema de calidad basada en diligenciamiento de formulario en papel llamado «factores». O por el contrario puede que desees especializarte en ayudar a dueños de pequeños negocios a tomar las decisiones difíciles a fin de que obtengan un beneficio en lugar de una pérdida y no tengan que cerrar el «chuzo».

Cuando yo completé los cursos de perfeccionamiento (y hay muchos de ellos) a mi incipiente formación como contador de universidad pública con currículo de perfil desconocido, ya había tenido experiencia sobre todos los temas contables de la cadena de suministro con sus implicaciones tributarias y los esquemas de información financiera propia del reporting nacional e internacional. ¡Pero yo, aún así, no sabía lo que hacía el común de los contadores colombiano en su trabajo diario! No me había aprendido lo que enseña el mundo real de la contabilidad para la pequeña empresa, y créanme, la contabilidad de pequeñas empresas es un animal completamente diferente de lo que aprenderás en los cursos universitarios.