Actualizado: 21 febrero, 2018 (hace 6 años)
El proceso de cierre contable, como técnicamente se conoce, y la técnica para ejecutar el cierre no sufrieron variaciones. Entre los cambios que se introdujeron con los Estándares Internacionales está la implementación del deterioro de inventarios y de cartera.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿De acuerdo con los nuevos marcos contables, qué aspectos se deben tener presentes para realizar el cierre contable?
El cierre contable, como procedimiento, no sufrió variaciones; la técnica de cierre sigue siendo la misma. El único cambio que se introdujo con los Estándares Internacionales fue la implementación de mediciones y procesos adicionales a lo que ya se venía haciendo antes del proceso de convergencia. Entre las actividades que deben seguir ejecutándose están:
- Conciliar los bancos: mediante esta herramienta pueden contrastarse y conciliarse los rubros de los libros de contabilidad, versus la información reportada por la entidad financiera en los extractos mensuales. En este proceso se deben revisar las entradas y salidas de efectivo y equivalentes de las dos fuentes mencionadas y determinar cuáles cifras obligan a realizar ajustes en la información financiera interna de la entidad.
- Circularización de cartera y proveedores: consiste en revisar la validez de información contenida en los estados financieros, versus la información emitida por terceros (clientes o proveedores) a través de la verificación de los certificados y cartas que estos emitan expresando los rubros de operaciones comerciales que se tengan en común.
- Conteo físico de inventarios: verificar que la información contenida en los estados financieros coincida con el resultado de la toma física de inventarios; que se estén aplicando las medidas de registro, control y administración de los inventarios; y medir el deterioro de los mismos.
- Revisión de amortizaciones y depreciaciones: verificar si se ha reconocido debidamente el desgaste, obsolescencia o demás situaciones que originan la depreciación u amortización de los activos; asimismo, verificar si la información revelada en los estados financieros cumple con la realidad económica identificable en el activo.
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