Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El superintendente de Sociedades Francisco Reyes Villamizar afirma que las campañas de difusión y didácticas, han servido para que los empresarios conozcan la normativa alrededor de las NIIF. Sectores como el agropecuario y de hidrocarburos se han visto beneficiados.
En la Supersociedades, al analizar los balances de 2.073 empresas del llamado Grupo 1, que son las compañías que primero deben implementar las NIIF encontraron que su patrimonio de1 2014 se redujo en 6,5% frente al dato que obtendrían usando ColGAAP. El activo se mantendría relativamente estable con una variación de apenas -0,1%, pero el pasivo y las utilidades crecen 11% y 8,1%, respectivamente.
El cambio de las normas contables colombianas –ColGAAP– que viene de la sigla en inglés Generally Accepted Accounting Principles a NIIF había generado nerviosismo ya que se tenía temor de que ocurriera una distorsión en las cifras de las empresas. Se decía que se iban a presentar fuertes caídas en el patrimonio, y empresas como Ecopetrol corroboraron la duda, ya que en su caso particular, como consecuencia de aplicar NIIF, en el primer trimestre se anunció una reducción del patrimonio de 28,3%.
Sin embargo, con el paso del tiempo los interrogantes han sido resueltos por la Superintendencia de Sociedades, cuyos vigilados mayoritariamente ya usan NIIF y han comprobado que la caída en los patrimonios no son generalizados y, por el contrario, hay sectores que han resultado ganadores con estas nuevas normas contables.
“Lo anterior se explica porque se usan modelos diferentes de contabilización de activos y de pasivos, lo que afecta el patrimonio y el estado de pérdidas y ganancias”, expresa Francisco Reyes, superintendente de Sociedades.
“En este modelo se cambia la forma de medir los activos biológicos, que son los asociados a cualquier ser vivo. Antes, si una empresa destinaba $20 millones a la siembra de un cultivo, a sus cuentas llevaba los $20 millones de la inversión. Ahora con NIIF debe contabilizar lo que le generará la cosecha; es decir, se hace una valorización a precios de mercado. Así, al calcular de forma anticipada los ingresos estimados, las ganancias crecen”, expresa Reyes.
El anterior ejemplo sirve para corroborar que el sector agropecuario es uno de los que más se beneficia al implementar las NIIF, ya que los activos biológicos pesan bastante. El estudio realizado por la Supersociedades muestra que entre las empresas agrícolas el patrimonio del 2014 se redujo 7,6% al comparar NIIF con ColGAAP, pero las utilidades crecieron 29,8%.
Reyes Villamizar siempre ha afirmado, frente al reto de la superintendencia con el proceso de convergencia, que se le debe facilitar a las compañías el cumplimiento de la normativa. “Hemos puesto campañas de difusión, campañas didácticas que les permiten a los empresarios conocer el alcance de esta normativa, poder implementarla y ponerla en práctica rápidamente para que el país se ajuste a las Normas Internacionales de Contabilidad”.
“Sumado a lo anterior, en la página de la Superintendencia de Sociedades hemos publicado una serie de guías que muestran el procedimiento que han de seguir las sociedades para realizar los ajustes y reclasificaciones de tipo contable, que surgen como consecuencia del nuevo marco al cual deben sujetarse para la preparación y presentación de su información financiera”, afirma.
Otro sector donde se ven consecuencias de la aplicación de las NIIF es el de los hidrocarburos donde se ve un aumento en el patrimonio (7,4%), pero hay caída en las ganancias (-15%).
Muchas de estas compañías resultan ser filiales de empresas externas, entonces deben aplicar normas de cambio internacionales, lo que afecta sus cuentas, al igual que estimar los costos de desmantelamiento. Además, una vez finalizado el proceso de explotación deben dejar el terreno como estaba antes, lo que hacen que paguen por gastos de limpieza y reforestación.
“Otras mediciones que cambian bajo NIIF tienen que ver con reconocer pasivos que antes no se tenían en cuenta, como los cálculos actuariales de las pensiones a cargo, los paquetes de beneficios de los empleados y los impuestos diferidos. Este tipo de reconocimientos a los que las empresas no estaban obligadas antes, se sienten finalmente en las utilidades”, dice Reyes.
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