Cuando un auditor se pone en la tarea de obtener pruebas a través de un tercero, por fuera de la entidad, se habla de confirmación externa, la cual debe ser fiable dentro de todo proceso.
Los auditores cuentan con herramientas para ejecutar sus labores, entre estas las confirmaciones externas. Las especificaciones de dicha herramienta se encuentran en la Norma Internacional de Auditoría 505, además de otras NIA que demuestran su funcionalidad en pequeños apartados.
La confirmación externa es definida como la obtención de pruebas por fuera de la entidad, es decir, se obtienen con terceros que convergen en hechos y actividad económica de la entidad. Sin embargo, la relevancia de esta «ayuda» se encuentra en el objetivo del auditor: establecer el procedimiento apropiado y exitoso para obtener la confirmación externa como un medio de prueba fiable durante el proceso de auditoría.La importancia, lo apropiado y lo exitoso del proceso para obtener la confirmación externa depende de un buen proceder por parte del auditor, para lo cual debe tener en cuenta:
El equipo de auditoría debe determinar las cuentas sobre las que se aplicarán confirmaciones externas, de modo tal que se puedan establecer las expectativas de cumplimiento, en consideración de que en la práctica no todos los terceros a quienes se les notifica una confirmación contestan. Por lo anterior, es importante que los auditores usen herramientas estadísticas que contribuyan a establecer los parámetros para calificar la validez de la prueba.
Existen cuentas y empresas en las que por el volumen de terceros y cuentas se puede ejecutar aplicación sobre el 100% de los terceros, otorgando un alto índice de fiabilidad a la evidencia recolectada; no obstante, siempre es necesario considerar la no respuesta de los terceros que puede afectar la recolección de la evidencia y la exigencia de aplicación de procedimientos de auditoría alternativos.