Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Contadores deben reflexionar sobre su papel como administradores de informes, el cual deben usar para construir un entorno más ecológico y con un futuro sostenible.
No abordar la sostenibilidad y el cambio climático puede ser el mayor riesgo para todos los profesionales contables.
El riesgo ya no se puede gestionar de forma aislada y los contadores públicos, gracias a sus habilidades y responsabilidades profesionales, están en una posición privilegiada para construir planes de gestión de riesgos más efectivos en las organizaciones para las que trabajan, en medio de un mundo tan cambiante en el que vivimos.
El anterior es el planteamiento del informe Rethinking risk for the future, publicado por la Asociación de Contadores Certificados de Reino Unido –ACCA–.
La pandemia aceleró las urgencias del cambio climático, las desigualdades sociales y los impactos negativos en las ganancias de gerentes, administradores y accionistas, con lo que los profesionales contables se vieron obligados a mirar nuevas formas de riesgos.
También ha transformado los informes corporativos a través de un lenguaje más dinámico para hacer negocios. «Como guardianes de la información, los contadores son fundamentales para esta transformación», indica la publicación.
Los contadores públicos pueden ayudar a las organizaciones, no solo a detectar y comprender mejor los riesgos emergentes y las oportunidades que enfrentan, sino también a fomentar la mentalidad necesaria para pensar a largo plazo.
Los contadores públicos pueden optimizar su trabajo a través de nuevas formas para presentar los informes. De igual forma, deben asumir un papel mucho más de consultor, explicando los hechos y posibilidades, detrás de los números y datos de estos informes, y ponerlos en contexto frente a los gerentes y administradores de las empresas.
Los contadores públicos pueden ayudar a las organizaciones, grandes y pequeñas, a prepararse para futuras interrupciones mediante la construcción de una cultura contra el riesgo más sólida. ACCA sugiere al respecto que:
Esto presenta una oportunidad única para que los contadores reflexionen sobre dónde podrían agregar más valor en esta nueva normalidad, ayudando a otros a ser más conscientes del riesgo.
El papel de la contabilidad para ayudar a las organizaciones a comprender y gestionar eficazmente el riesgo va más allá de informar sobre el pasado, implica utilizar la información que los contadores públicos recopilan para planificar el futuro.
A través de su responsabilidad de informar, los contadores pueden proporcionar un análisis de escenarios más profundos y optimizar el análisis predictivo que genera más información prospectiva para quienes toman las decisiones en las organizaciones.
La contabilidad también será importante en la construcción de la confianza, garantizando que la información sea precisa y transparente. Los contadores, por su parte, deben trabajar para revertir la arraigada noción de riesgo como un aspecto negativo, y en su lugar reconocerlo como una oportunidad para crear valor y resiliencia.
Como contadores, debemos reflexionar sobre nuestro papel en el mundo como administradores de informes, los cuales deben usarse para promover cambios en el comportamiento y fomentar las actitudes necesarias para construir un entorno más ecológico, más justo y con un futuro sostenible.
Aunque el COVID-19 ha sido la crisis más grande de las nuevas generaciones, la sostenibilidad lo es para los contadores públicos.
No abordar la sostenibilidad y el cambio climático puede ser el mayor riesgo para todos los profesionales contables. Se debe hacer para medir y gestionar todos los riesgos asociados a las organizaciones.
La profesión contable tiene una larga trayectoria de estar en sintonía con los riesgos. Ahora es el momento para que la profesión demuestre realmente cómo puede ayudar a las organizaciones y cómo los contadores pueden ayudar a marcar la pauta desde lo más alto.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
