César Omar López, contador público y docente de la Universidad Autónoma de Occidente, piensa que la palabra corrupción puede poner en aprietos a contadores y revisores fiscales, porque ya lo tienen que denunciar todo. Agrega que los contadores no pueden dedicarse únicamente a la teneduría de libros y deben estar al tanto de los movimientos financieros de las empresas.
César Omar López, contador público, especialista en Administración de Empresas y Finanzas, con doctorado de la Universidad de Sevilla, España, en Economía y Administración de Empresas, piensa que en la profesión contable hay colegas que no saben cobrar por su trabajo, y que la misma sociedad no le da el reconocimiento que merece la profesión.
En este país en el que hay de todo, creo que la falta en la que más incurren los contadores públicos es el de la falsedad en documentos.
La corrupción es una palabra que puede poner en apuros a muchos contadores y revisores fiscales, por el hecho de que ya tienen que denunciar todo.
La corrupción es un efecto de la falta de moral y honestidad que rodea el panorama nacional; la idea de los ingresos fáciles heredada del narcotráfico no la hemos superado. Creo realmente que lo que hace falta es una cruzada nacional por la reivindicación de los valores que la generación de nuestros ancestros aplicaba.
Si esa situación llegare a ocurrir es porque no estamos ejerciendo adecuadamente la profesión. En su lugar estamos dedicados solo a la teneduría de libros y, claro, en este contexto sí nos vamos a informar de último.
Sugiero entonces como respuesta a esta situación trabajar y estudiar, para que de esa forma no será el estomago, el que nos diga qué debemos hacer. Estoy de acuerdo con que el contador debe estar al tanto de los movimientos financieros de las entidades, no puede ser el último en enterarse.
Yo no creo que la profesión esté estancada; esta evoluciona no al ritmo que quisiéramos, pero sí avanza.
En relación con la academia, el área que más conozco, hay de todo; desde programas que solo enseñan técnica contable hasta programas que solo enseñan finanzas.
Sí. Criticar menos y trabajar más.