Jack Alberto Araujo fue otro de los Contadores Públicos que se hicieron presentes en 1975 en la Universidad de Antioquia, lugar donde comenzó la celebración del Día del Contador. Recuerda que la idea era promover, cada año a nivel nacional, un día para agitar las banderas nacionalistas, a fin de generar una mayor conciencia en el gremio contable para defender nuestra profesión de la injerencia extranjera. Recordamos junto a él los hechos que ocurrieron en aquella fecha.
El Contador Público Jack Alberto Araujo Ensuncho recuerda que en el año 1975 existía en nuestro país un monopolio norteamericano, muy marcado, de Auditoría y Revisoría Fiscal. También, se observaba la falta de unidad gremial para luchar contra las ocho grandes firmas extranjeras pertenecientes a dicho monopolio. Esta es una breve cronología de cómo comenzó el Día del Contador colombiano.
Seis fueron las motivaciones que impulsaron, en 1975, la lucha nacionalista. La existencia de un monopolio norteamericano de Auditoría y Revisoría Fiscal en nuestro país; la falta de unidad del gremio de los Contadores Públicos para luchar contra las ocho grandes firmas extranjeras pertenecientes al monopolio; la falta de una reglamentación profesional que controlara y evitara dicho monopolio.
De igual manera, la falta de reglamentación de una contabilidad objetiva, a cambio de la práctica de una basada en Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados, que solo producían información falsa, engañosa y tan genérica que no servía para tomar decisiones empresariales y que solo era útil para terceros, fuera de la empresa. También se discutió la necesidad de propender por una educación contable basada más en la investigación que en meras materias con contenidos técnicos. Finalmente, producir nuestra propia bibliografía y no depender de la literatura extranjera.
En estos 40 años podemos destacar aspectos positivos como el surgimiento y fomento de la investigación contable en las facultades de contaduría, exigida ya por ley, lo que fundamenta una mayor calidad en la educación impartida hacia la formación de contadores más competentes; una reglamentación contable, gracias al Decreto 2649 de 1993, más objetiva y de mayor cobertura, ya que abarca campos como lo social y ambiental, y no solo en lo económico y financiero. Además, exige la producción de información que dé base para la toma de decisiones al exigir la confección de informes específicos.
Hay que destacar la socialización de la necesidad de que la contabilidad produzca informes sociales y ambientales, así como el fortalecimiento de una conciencia entre los contadores de luchar por una profesión contable más cualificada, objetiva, científica y que resuelva nuestra necesidad nacional vinculada al desarrollo y progreso de nuestro país.
Hablando de los aspectos negativos, estos están presentes en la existencia, todavía, de un monopolio del mercado profesional ejercido por firmas extranjeras; el afán de los enemigos de la profesión por acabar con nuestra contabilidad e imponer a ultranza las llamadas Normas Internacionales de Contabilidad -NIC –NIIF- que en nada aportan a la necesidad de información de nuestras empresas nacionales.También existe un afán por acabar con el ejercicio profesional al pretender eliminar la Revisoría Fiscal y en su reemplazo imponer la Auditoría Externa que es una figura extranjera, solo potestativa de las empresas. Se busca también volver al viejo sistema académico de una educación técnica contable, a cambio de una basada en la investigación científica. Hay quienes pretenden caricaturizar nuestros entes de control profesional, tales como la Junta Central de Contadores y El Consejo Técnico de la Contaduría al utilizarlos como instrumentos para manipular los mecanismos que les permiten lograr sus anteriores objetivos, tan nocivos para la profesión contable en Colombia.
Las que quedaron en el tintero no, pero las que siguen patentes como realidades de hoy sí, como las que mencioné en la anterior respuesta como aspectos negativos. Hay que combatir al monopolio que ya he explicado, no podemos dejar que nos impongan las NIIF, hay que prestarle atención a quienes pretenden eliminar la Revisoría Fiscal y cambiarla por Auditoría Externa. Finalmente, no se pueden caricaturizar los entes de control. Contra todo esto hay que seguir luchando.
Anteriormente nombré varios puntos positivos de la profesión. De igual manera, hay que destacar la celebración del Día del Contador Público colombiano, que se ha convertido en el evento más importante dentro de la profesión, al convocar cada año a más de 50.000 profesionales contables a los auditorios para discutir su problemática profesional, académica y gremial.