Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Empresas que no aborden la perspectiva de los impuestos al carbono enfrentarán grandes costos para sus resultados finales.
IFAC apoya iniciativas de política basadas en el mercado que conducen a las organizaciones hacia modelos comerciales con bajas emisiones de carbono.
Stathis Gould, director de la Federación Internacional de Contadores –IFAC, por sus siglas en inglés–, en su artículo Accountants, It’s Time to Take the Driver’s Seat to Mitigate Climate Change, publicado el 11 de marzo de 2020, afirma que, a medida que se aceleran los impactos del cambio climático, tratar el clima como un riesgo sistémico significa que la política climática debe influir en el cambio en el sistema.
Por lo tanto, «los mecanismos de fijación de precios del carbono son una necesidad (aunque no una panacea), ya que el precio finalmente cambia el comportamiento y las elecciones», afirma.
Gould explica que el precio del carbono fomenta directamente la inversión en tecnologías innovadoras bajas en carbono, que reducirían más rápidamente las emisiones. Los economistas y los líderes empresariales lo reconocen y están presionando por la fijación de precios del carbono a través del Consejo de Liderazgo Climático, entidad que propone un plan para los dividendos de carbono que reducirá a la mitad las emisiones de CO2 de los Estados Unidos.
Y es que, como lo demostró Columbia Británica, provincia canadiense, la introducción de un impuesto al carbono ayudó a reducir las emisiones, sin un impacto negativo en la tasa de crecimiento de la provincia.
Desafortunadamente, gran parte del progreso en la acción climática hasta ahora equivale a pequeños pasos. Como quedó claro en el Foro Económico Mundial de este año, los «geeks de auditoría» y los contadores tienen un papel importante que desempeñar.
Para Gould, las empresas que no aborden la perspectiva de los impuestos al carbono y los precios más altos del carbono enfrentarán grandes costos tanto para sus resultados finales (se estima que un impuesto global al carbono costará a las empresas 4 trillones de dólares), como para su reputación. «Es hora de que los contadores ayuden a mover la aguja de manera más significativa y más global», dice Gould.
La Federación Internacional de Contadores apoya iniciativas de política y reglamentarias basadas en el mercado, que conducen a las organizaciones hacia modelos comerciales con bajas emisiones de carbono, así como divulgaciones más confiables, relevantes y comparables sobre el riesgo climático.
Los directores ejecutivos de la Red de Cuerpos de Contabilidad de la iniciativa de Contabilidad para la Sostenibilidad (A4S) del príncipe de Gales también destacan la necesidad de incentivos de política basados en el mercado, así como una mejor divulgación en su llamado a la acción en respuesta al cambio climático.
Los regímenes de fijación de precios del carbono y un mercado global del carbono pueden ayudar a los países a acercarse a los ambiciosos objetivos establecidos por el Acuerdo global de París en 2015.
A medida que la acción climática se convierte en una prioridad política más urgente, los gobiernos no pueden estar satisfechos con mejoras incrementales en la presentación de informes y divulgaciones por sí solos.
«Los más responsables del cambio climático están pagando por sus impactos. El precio del carbono, sea a través de un impuesto al carbono o de esquemas de comercio de emisiones –ETS–, brinda a las empresas la flexibilidad de seleccionar sus propias estrategias de respuesta y adopción al tiempo que refleja específicamente el costo social de las emisiones de CO2 en los estados financieros de una empresa», indica el artículo.
Es probable que esas claras consecuencias financieras impulsen acciones para mitigar las emisiones y reducir la demanda de productos y servicios intensivos en carbono. Las empresas tratarán estos costos como cualquier otro costo operativo e intentarán reducirlos.
Gould describe que un número cada vez mayor de empresas ya está aplicando precios internos al carbono para promover el cambio dentro de sus operaciones e inversiones.
«Mejorar la presentación de informes sobre el riesgo climático y sus implicaciones financieras, y avanzar hacia nuevos modelos, es esencial. Este es un momento crítico para que los contadores no solo se preparen para los precios inevitables del carbono, sino para adelantarse», explica.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
