6,7 millones de adultos colombianos no tienen ningún producto financiero; crear estrategias para aumentar el uso de estos, así como continuar con la educación y empoderamiento del consumidor son los factores en los que se debe trabajar según el séptimo reporte de inclusión financiera.
El pasado 31 de julio, la Superfinanciera y la Banca de las Oportunidades presentaron el Séptimo reporte de inclusión financiera –RIF– con información correspondiente a 2017, en el que se presentan los avances de los indicadores de inclusión financiera durante los últimos años.
Dentro de los resultados del reporte se observa que luego de llegar a una cobertura del 100 % de los municipios del país en 2015, los indicadores de acceso han mejorado. Entre 2015 y 2017 se pasó de 1.322 a 1.574 puntos de acceso por cada 100.000 habitantes, y se redujo el número de municipios de cobertura frágil de 52 a 3, profundizando así la presencia del sector financiero en todo el territorio nacional. Sin embargo, existen retos que persisten y que citamos a continuación:
Existe el reto de incluir a quienes viven en zonas rurales y a los jóvenes del país. El indicador de inclusión financiera es menor en los municipios rurales en comparación con el de las ciudades. A propósito de lo anterior, la diferencia en dicho indicador entre las ciudades y los municipios rurales dispersos ascendió a 32,5 puntos porcentuales. Está presente el reto de disminuir las barreras de acceso al sistema financiero en los municipios rurales y rurales dispersos, para que sus pobladores aprovechen los beneficios de los productos y servicios del sistema.
A pesar del incremento en los últimos años del número de jóvenes entre 18 y 25 años con algún producto financiero, existe el desafío de incluir a cerca de la mitad de esta población que no tienen acceso al sistema financiero formal. Mientras el indicador de inclusión financiera del país se ubicó en 80,1 % en 2017, el de los adultos jóvenes entre 18 y 25 años es de 53,9 %. Cabe preguntarse, desde el punto de vista del reporte, las razones por las cuales los jóvenes no acceden a productos financieros en lugares donde existe cobertura y una oferta amplia de productos.
Es importante continuar incentivando el uso de los productos financieros tanto en personas como en empresas, ya que la proporción de adultos activos sobre el total de adultos con productos financieros fue igual al 85,6 %. A nivel de empresas, dicha equivalencia correspondió al 72,1 %. El reporte afirma que se deben explorar las nuevas barreras que limitan el uso de los productos que hoy ofrece el mercado, continuar desarrollando estrategias asociadas con la educación financiera y diseñar productos adecuados con las necesidades de la población y las empresas.
La estrategia nacional de inclusión financiera establece la importancia de la educación financiera, por lo que la priorizó como uno de sus objetivos, recomendando la elaboración y puesta en marcha de la Estrategia Nacional de Educación Financiera. Un logro del año anterior fue elaborar y lanzar el documento de estrategia y, aunque contar con esta hoja de ruta para cada una de las etapas de la vida financiera es un primer paso, el reporte indica que el reto continúa siendo ampliar aún más la articulación de las entidades y poner en marcha las acciones propuestas para elevar el conocimiento, capacidades y habilidades de los colombianos, con el fin de que administren mejor sus finanzas personales, gestionen los riesgos que enfrentan y tomen decisiones.