Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Jorge González afirma que aunque los empresarios paguen más impuestos con esta reforma tributaria, las exenciones para ellos se mantendrán.
Critica que los últimos gobiernos siguen sosteniendo las gabelas y privilegios para las empresas; a su juicio, esta reforma tributaria es una colcha de retazos.
Jorge Iván González, magister en economía y doctor en economía de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, con tesis doctoral sobre finanzas públicas, afirma en #CharlasConActualícese que debemos estar preparados para las consecuencias en materia fiscal que se van a presentar luego de la aprobación de la reforma tributaria, Ley 2155 de 2021:
Esta reforma tributaria es una colcha de retazos. Tiene fragilidades estructurales e implicaciones a corto y mediano plazo en materia fiscal. Combina muchos temas como la normalización tributaria, los temas sociales, el impuesto de renta, la austeridad de los entes estatales; es una mezcla de asuntos que a mi modo de ver no tienen articulación alguna.
A González, docente e investigador de las universidades Nacional y Externado de Colombia, hay un punto que le preocupa: que en la legislación colombiana no puede haber impuestos con destinación específica.
No puede haber destinación específica de los recursos tributarios. Con esta reforma el Gobierno dice que si se aprueba se gastarán el dinero en programas sociales. Es la primera vez que se ponen juntos el dinero y el gasto. Una vez que se cuenta con los recursos fiscales, estos se pueden gastar en lo que quiera. No hay por qué amarrarlos a lo que dice la reforma tributaria.
Nunca he entendido por qué esta reforma tributaria presenta programas sociales como si hubiera destinación específica; lo mismo ocurrió con el anterior proyecto de reforma que se tumbó en medio de las manifestaciones nacionales.
González explica que la reforma tributaria presenta muchos objetivos que no se relacionan entre sí. «No hay relación de causalidad entre los instrumentos y los objetivos, inclusive hay objetivos que se contradicen», dice. Para él, la reactivación económica implica un mayor gasto público, entonces no se puede hablar al mismo tiempo de austeridad y reactivación económica, como lo plantea esta reforma.
Describe que los países de Europa han aumentado el gasto público en promedio 20 puntos del PIB. En los países de nuestra región es cercano a los 10 puntos. «Si se quiere proteger realmente a los más necesitados, no se puede hablar de austeridad», indica. Agrega que se trata de una ley relativamente breve, a través de la cual no se pueden diseñar todos los instrumentos para lograr la reactivación, los cuales son diferentes para lograr la sostenibilidad fiscal.
González tiene claro que el aumento de la tarifa de renta para las personas jurídicas es el gran artículo tributario de esta reforma. La tarifa del impuesto a la renta de las personas jurídicas se aumenta a 35 %. Además, a las instituciones financieras se les aplica una tarifa más alta, del 38 %.
Los empresarios entendieron que el movimiento social es muy serio y deben jugar un papel importante al crear condiciones sociales positivas para los trabajadores. Por lo anterior, asumieron parte del pago de los impuestos para así ir reactivando la economía.
Él destaca que pagar impuestos por parte de los empresarios es sinónimo de ver obras, infraestructura, para que las empresas distingan procesos rápidos y eficaces. «Se espera que con este cambio de perspectiva se vean resultados positivos».
«¿Cuánto pagan realmente las empresas? Depende de la evasión y de las exenciones tributarias, las cuales abundan en el país», responde González. Explica que aunque la tarifa nominal varíe, hay que ver lo que ocurre con la tarifa efectiva, la cual podría ser de 12,1 %; esta podría ser la tarifa que realmente pagan las empresas en Colombia. «La tarifa efectiva está muy lejos de la nominal. Claramente las empresas no van a pagar el 35 %», puntualiza.
Expone que desde el Gobierno de Álvaro Uribe, pasando por el exministro Alberto Carrasquilla y el actual Gobierno, no se le ha parado bolas a eliminar exenciones tributarias, que han sido criticados y desde la misma Comisión de Beneficios Tributarios han dicho que se deben eliminar. Se siguen sosteniendo las gabelas y privilegios para las empresas.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
