Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Javier Ávila, las personas que paguen impuestos estarían pendientes de que no se pierda el dinero.
Nelson Ruiz cree que desarrollar una cultura tributaria es fundamental, pero hay factores que lo impiden.
Para César Caballero, a fuerza de discutir reformas tributarias, todos entendemos mejor el tema.
César Caballero es politólogo, magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Oxford, exdirector del Dane y fundador y gerente de Cifras y Conceptos. En su columna Hay cultura tributaria, pero no hay que abusar con la reforma afirma que los colombianos tienen claras convicciones sobre el sentido y el alcance de los impuestos:
Creo que debemos valorar y proteger los logros alcanzados en una cultura tributaria responsable: personas que siguen mirando sus facturas, ciudadanos que se nieguen a pagar sin recibirlas y el apoyo de casi la mitad de las personas al impuesto al patrimonio y gravar las altas pensiones.
Para Caballero, el Gobierno y los “especialistas” tienen que aceptar que todos los ciudadanos tienen derecho a opinar y a hacerse oír:
Por eso, es un mal camino pensar que la gente no entiende. Todo lo contrario, a fuerza de estar discutiendo reformas tributarias, todos entendemos mejor este tema.
Javier Ávila, docente e investigador del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, afirma en #CharlasConActualícese que se debe tener una definición amplia de lo que es la cultura tributaria.
Explica que lo que se promueve desde las administraciones tributarias en todo el mundo implica explicarles a los ciudadanos lo que es un impuesto, cuál es la diferencia técnica con una tasa y con una contribución. Se les debe explicar la importancia de financiar las actividades del Estado y promover el cumplimiento voluntario de las obligaciones impositivas:
Yo estoy de acuerdo con esto, incluso con formar a la ciudadanía desde que son pequeños llevando estos conceptos a las escuelas y los colegios. Pero resulta que la cultura tributaria también es empoderar a los ciudadanos, porque estos temas de tributación implican y comprometen a todas las personas, desde el más rico hasta el más vulnerables.
Y agrega:
Cultura tributaria es también conocer que si yo pago impuestos tengo derechos y la posibilidad de discutir sobre el sistema tributario que se está construyendo, que desde los centros de pensamiento y las universidades se aporte a una construcción, involucrando a todas las esferas de la sociedad hacia un norte común y hacer un pacto fiscal.
Para Ávila, si las personas se apropian de este concepto y saben qué están pagando, exigirán derechos, lo que ayudará a construir un mejor país; de esta manera, las personas que paguen impuestos estarían pendientes de que no se pierda el dinero. Esto se irá construyendo con el tiempo.
Nelson Ruiz Pomar, contador público, especialista en Gerencia Financiera, Gerencia de Proyectos y magíster en Contabilidad, explica en #CharlasConActualícese que, entre menos ingresos, mayor es la evasión, situación relacionada con la cultura tributaria:
Hay países en donde este concepto, una vez posicionado, hace que la evasión disminuya. A mayor cultura tributaria es menor la evasión, lo que no se cumple en Colombia.
Para él, trabajar en el desarrollo del concepto de cultura tributaria en el país es fundamental, pero hay factores que lo impiden:
Primero, el sistema tributario colombiano es muy complejo, lo que hace que se presenten altas cifras de evasión.
Segundo, hacer una declaración es complicado:
En otros países la declaración le llega al domicilio del contribuyente o a través de un correo electrónico. Ya está diligenciada, la paga y listo. Los sistemas son ágiles.
Agrega que en Colombia apenas estamos entrando en la era digital de las declaraciones.
Tercero, existe una baja fiscalización y pocos controles por parte de la autoridad tributaria: «Los programas de auditoría desarrollados por la Dian son muy incipientes».
Cuarto, en Colombia existen demasiados impuestos:
Yo los denomino impuestos invisibles, alrededor de 72 impuestos diferentes. Hay tributos que no vemos, pero los pagamos, por ejemplo, la seguridad social.
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