Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El pago de salario variable es aquel que se da en aquellos contratos de trabajo donde no se ha pactado una remuneración fija por la ejecución de las labores. Tiene una variable dependiente, la cual genera que el monto devengado cambie para cada período. Esta variación puede darse por concepto de horas extra, horas suplementarias, recargos nocturnos, comisiones por ventas o alguna bonificación, entre otras.
La categorización de salario variable se da a menudo en los casos en los que a los empleados se les paga con base en una comisión, dando como consecuencia que el salario para cada período sea diferente. Para que estos pagos puedan constituirse como salario, deben ser habituales, es decir, deben ser percibidos de forma permanente mensual por el trabajador. En el caso de que sean sumas ocasionales, no se tendrán en cuenta para la liquidación de prestaciones sociales, un ejemplo es la prima que es percibida por el trabajador cada seis meses.
Por otro lado, la variación de salario se presenta cuando durante un lapso ocurrió alguna modificación en los acuerdos iniciales, lo que produce como efecto un cambio en la remuneración, sin que este se convierta en repetitivo periódicamente. El incremento anual del salario mínimo sirve de ejemplo para esta distinción, pues, aunque el salario de un trabajador haya variado por esa razón, sigue siendo fijo mensualmente, o sea que cada mes se sigue ganando un salario mínimo.
Con base en lo anterior, se debe tener en cuenta que, para la liquidación de prestaciones como las cesantías y la prima, no se debe aplicar el promedio de salario variable a aquellos empleados que tuvieron una variación salarial pero su salario sigue cumpliendo con las características de fijo, puesto que sus prestaciones se deben liquidar bajo dicho argumento.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
