Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Aunque no puede establecerse una relación de proporcionalidad entre el género de la persona y su productividad, existen actividades que se adaptan mejor al individuo según esta característica. En razón de esto, a la hora de ofertar algunos empleos las empresas consideran este atributo.
Aunque no puede establecerse una relación de proporcionalidad entre el género de la persona y su productividad, es cierto que existen actividades que se adaptan mejor al individuo según este particular. Por esta razón, hay empresas que solicitan candidatos de un género específico cuando van a ocupar un cargo.
Actualmente, y según un análisis realizado por el DANE sobre mercado laboral según el sexo, en Colombia el desempleo es más alto en mujeres que en hombres. El informe indica que “en el trimestre marzo – mayo de 2017, en el total nacional, la tasa de desempleo de los hombres fue de 7,2%, mientras que la de las mujeres fue 12,1% en el mismo período”.
Lo anterior quiere decir que, por alguna razón, en nuestro país las empresas contratan más hombres que mujeres.
“Según nuestra experiencia, existen empresas que solicitan candidatos de un género específico, hombres o mujeres, cuando van a ocupar un cargo. Si bien es cierto la productividad no está ligada al sexo, también es cierto que existen actividades que se adaptan mejor al individuo según su género”, indica Jairo Pinilla, director de Performia Colombia.
Según estadísticas, los cargos administrativos, de recursos humanos, contabilidad, psicología y comercio exterior en la mayoría de los casos son ocupados por mujeres(es decir, labores que impliquen esfuerzo físico).
En el caso de los vendedores y asesores comerciales la tendencia de género está marcada por el tipo de actividad a la que se dedique la empresa. Por ejemplo, en las organizaciones que producen productos de belleza y cuidado femenino la fuerza laboral es mayoritariamente femenina, pero en consumo masivo la tendencia es ver hombres. Sin embargo, existen empresas para las cuales el género no es importante al momento de contratar.
Por otra parte, actividades como el diseño, la pintura, música, teatro, escritura y en general el desarrollo de todo tipo de contenidos, no están marcados por ese tipo de distinción.
Estas estadísticas son generalizadas para todos los ámbitos. Por ejemplo, según un análisis hecho por Forbes, Jennifer Lawrence fue la actriz mejor pagada por segundo año consecutivo con un sueldo estimado de 46 millones de dólares el año anterior. El primer lugar de la lista masculina lo ocupó Dwayne Johnson con 64.5 millones de dólares; lo que significa que ella ganó el 71% de lo que ganó ‘La Roca’, como es conocido el actor.
El Foro Económico Mundial, en su informe de marzo de 2017 de la Oxfam, advirtió que en 2016 la desigualdad de género en la economía ha retrocedido a niveles del año 2008. Lo anterior se evidencia en que las mujeres siguen ganando menos que los hombres y que, con respecto a estos, la diferencia es de 700 millones menos de empleos remunerados.
Por otra parte, en un informe del mes de marzo, la OIT reportó que en las economías en desarrollo las mujeres empleadas dedican 9 horas y 20 minutos al trabajo remunerado y no remunerado (mientras que los hombres dedican 8 horas y 7 minutos), que representan menos del 40% del empleo mundial y constituyen el 57% en las cifras de los que trabajan menos horas y a tiempo parcial.
Ahora bien, aunque exista una tendencia marcada en cuanto a las especialidades y el salario que tienen hombres y mujeres, existen algunas excepciones.
“Sin importar el género de la persona, cada quien tiene sus talentos, que le permiten ser parte del sector productivo de un país, y la diversidad de habilidades en los ciudadanos se complementa perfectamente, cuando trabajan en conjunto en cualquier tipo de organización”, explica Pinilla.
En materia laboral, y según la multinacional de recursos humanos Adecco Colombia, las mujeres en Colombia tienen varias aspiraciones. En primer lugar, el 35% quieren tener un mejor sueldo, en segundo lugar, el 20% desea tener un cargo más alto, el 19% aspira terminar sus estudios, y por último, el 17% quiere equilibrar la carga laboral con su vida familiar.
De igual manera, el 54% de las encuestadas afirmó haber rechazado alguna oferta laboral, mientras que el 46% dijo que no. Del total de mujeres que desistieron de una oferta de empleo, el 47% lo hizo por la poca remuneración económica que recibirían, seguido del 17% que no aceptó por la distancia que había entre el trabajo y su domicilio. El 15% de ellas afirmó que no había un contrato legal dentro de la propuesta de trabajo.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
