La preparación oportuna, eficiente y adecuada de la documentación de auditoría, ayuda a mejorar la calidad de esta y facilita la revisión y evaluación de la evidencia obtenida y de las conclusiones, antes que se emita el informe de auditoría.
En el desarrollo de la auditoría, es importante que el auditor documente los procedimientos que aplicó, la evidencia obtenida y las conclusiones a las cuales llegó. La documentación constituye un elemento importante en la auditoría, pues es el registro de todas las actividades realizadas, los procedimientos para la obtención de la evidencia, la evidencia obtenida y las conclusiones propias del ejercicio. Por ello, el auditor debe preparar documentos que le permitan a quien no haya tenido un contacto directo o previo con la auditoría, comprender tres aspectos fundamentales:
No es necesario que se incluyan borradores, notas que reflejen ideas preliminares o incompletas, o documentos que hayan sido corregidos por errores tipográficos o de otro tipo.
Por otra parte, las explicaciones verbales dadas por el auditor, no son un soporte adecuado del trabajo que este haya realizado; sin embargo, son útiles para aclarar información contenida en la documentación física de la auditoría.
En algunas ocasiones se presentan situaciones en las que, al aplicar procedimientos adicionales, el auditor encuentra evidencia que le permite llegar a nuevas conclusiones o a unas diferentes, luego de la fecha en la cual se entregó el informe. Lo anterior puede suceder, porque en algunas circunstancias el auditor conoce hechos y situaciones luego de haber emitido el informe de auditoría, y que de haberlos conocido con anterioridad, hubiesen dado lugar a correcciones en los Estados Financieros o haber dado origen a una opinión diferente de la expresada en su informe. En estos casos, el auditor asumiendo la responsabilidad de dichos cambios, debe documentar:
Una vez finalizada la auditoría y presentado el informe, es importante que el auditor reúna toda la documentación de la auditoría. Por lo general, se debe completar la compilación del archivo final de la auditoría en un plazo aproximado de sesenta días luego de haber sido emitido el informe; sin embargo, este período obedece a las políticas y procedimientos que la firma auditora tenga establecidos.
La conformación del archivo final de la auditoría es un proceso administrativo, por lo que no implica la aplicación de procesos de auditoría adicionales o la obtención de nuevas conclusiones . En este proceso de conformación del archivo final, el auditor puede hacer cambios de forma en la documentación, es decir:De igual manera, una vez se tenga el archivo final de la auditoría, el auditor no debe eliminar ni descartar documentos independientemente de su naturaleza, antes que finalice el plazo de conservación; habitualmente este plazo no es inferior a cinco años, contados a partir de la fecha en la cual se presentó el informe.
A parte de las situaciones detectadas luego de la emisión del informe de auditoría, también puede ocurrir que luego de haberse conformado el archivo final de la auditoría, el auditor considere necesario modificar la documentación existente o adicionar una nueva documentación que permita mayor claridad en documentos de la auditoría, como consecuencia de comentarios recibidos en el proceso de seguimiento. En este caso, el auditor debe documentar:
Es todo caso, es importante que el auditor tenga presente que la preparación oportuna, eficiente y adecuada de la documentación de la auditoría, ayuda a mejorar la calidad de esta y facilitar una efectiva revisión y evaluación de la evidencia obtenida y de las conclusiones, antes que se emita el informe de auditoría; también es importante que considere que la documentación preparada después de haber realizado la auditoría, es quizá menos exacta que la que se prepara en el momento en el que se está realizando el trabajo. .