Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

El Consejo Técnico en el País del Nunca Jamás – Miguel Ángel García L.


Autor: Miguel Ángel García L.

Girar la segunda estrella hacia la derecha, volando hasta el amanecer, como en el país del nunca jamás, tendremos que hacer los contadores públicos de Colombia para llegar al país en el cual los empresarios y usuarios de nuestros servicios estén dispuestos a pagar la tabla de honorarios que estableció en su último pronunciamiento el Consejo  técnico de la contaduría.

Meditando en la aventura, me pregunto si nuestro héroe salvador, nuestro Peter Pan, el consejo técnico de la Contaduría,  se habrá armado con todos los elementos necesarios para vencer al terrible pirata, el capitán Garfio y los indios salvajes. No sé si tendrá amaestrado al temible cocodrilo para que arranque la mano del capitán garfio y nuestra hada madrina Campanita nos deleite en la tierra donde nunca se crece , mientras disfrutamos las mieles de los jugosos cheques que llenarán nuestras arcas por tanto tiempo exiguas, dada la enorme competencia , estrechez del mercado y deslealtad de algunos colegas de apartamento que sin escrúpulo alguno salen a ofrecer certificados de ingresos a $5.000, con pancarta y todo, como el que nos avergonzó en meses pasados cuando se hizo en Bogotá  la jornada de entrega de libretas militares a los remisos de años anteriores.

El miércoles pasado recibí la visita de una empresaria que se propone montar una distribuidora de helados en esta ciudad. Con mucha alegría me explicó los planes de mercadeo, las fórmulas de los helados, el nombre de la empresa, los sabores etc., pero cuando llegamos al punto de los honorarios por asesoría mensual y le mencioné que la nueva tabla estableció que debía cobrarle $3.975.200 por mes, primero le produjo hilaridad y seguidamente al verme tan serio, le corrió un frio sudor por las patillas y la frente y me tocó correr a buscar agua fría para calmar sus nervios y su ansiedad. Al cabo de una hora de discusión, me tocó transar la asesoría en lo que según me dijo ella, se estilaba en el mercado, es decir un salario mínimo legal mensual vigente ($496.900) más IVA.

Al día siguiente vino a mi oficina don Gonzalo Torres y me trajo como obsequio dos pandebonos caleños para saborear con gaseosa y me acabó de entregar los documentos para su declaración de renta, que entre otras cosas estaba casi lista. Cuando le dije que debía pagar $4.850.000 de impuestos, expresó que más o menos eso tenía presupuestado y se tomó un sorbo de gaseosa con mucha satisfacción. Al llegar al tema de mis honorarios, le comuniqué que por sugerencia del Consejo técnico de la contaduría, estos había tenido una leve alza y que ya no sería dos salarios mínimos mensuales sino 15, es decir $7.453.500 pesos, de inmediato soltó una frase que por decencia no puedo transcribir y me amenazó con irse para la plaza de caycedo con gaseosa y todo, donde se la podían hacer por $50.000. Ante tal reacción no me tocó otro remedio que mover la cabeza y despertar del sueño del país del nunca jamás, y me encontré en mi oficina, sentado en mi escritorio, donde no hay capitanes, ni cocodrilos, ni piratas ni indios, me di cuenta que estaba en Colombia donde para cobrar las tarifas propuestas por el Consejo técnico, nuestro querido Peter Pan, tendrán que pasar por lo menos 200 años.

Miguel Ángel García L.
Contador Público

Email: migan1979@hotmail.com

Descubre más recursos registrándote o logueándote. Iniciar sesión Registro gratuito