Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, ha confirmado que se está planeando la presentación de un proyecto de reforma tributaria estructural ante el Congreso.
El objetivo, como se lo dijo a Portafolio es «realizar una propuesta en pro de la competitividad, del empleo y de la bancarización. Eso quiere decir que vamos a simplificar el estatuto tributario y a hacer más sencillas las normas actuales». Reitero además lo dicho por el presidente Santos en el sentido de que no habrá aumento de tarifas.
Juan Ricardo Ortega, director de la DIAN, afirma que el modelo de tributación colombiano con el tiempo ha ido cambiando. «No existe ninguna sociedad que haya logrado una gran transformación sin haber hecho grandes inversiones por parte del Estado y haber asumido cargas tributarias altas», afirma en Semana.
Comenta también que el mundo capitalista y la legitimidad del mismo está en que la gente tenga oportunidades, y estas no se logran sino con voluntad de la sociedad de generar instituciones de salud, educación y justicia. Si no, el Estado capitalista es vulnerable. La riqueza en manos de unos pocos se vuelve algo insostenible.
Los analistas estiman que el recaudo del gravamen a los movimientos financieros crecerá 14% debido a la más reciente reforma tributaria. Se espera un incremento de 450 mil millones de pesos, frente a lo recogido en 2010, que alcanzó 2,8 billones de pesos, como lo publica El Colombiano.
El recaudo por la reforma será mayor porque las empresas están aumentando sus tributos. Se amplió la base gravable eliminando vacíos que le permitían a los empresarios eludir el 4 x 1.000. Esto genera que las compañías pequeñas manejen más efectivo para sus transacciones, perjudicando la bancarización en el país.
Una de las herramientas que se pensó para hacer frente a la evasión, en el Gobierno anterior, era la figura de la impresora fiscal, sin embargo, esta es la hora en que sigue sin reglamentación, haciendo que las arcas de la Nación dejen de percibir ingresos adicionales por 8,6 billones de pesos.
El decreto que da vía libre al sistema técnico de control de la tarjeta fiscal como instrumento para perseguir la evasión tributaria fue firmado el 26 de julio del año pasado, pero su implementación, a cargo de la DIAN, reposa en el borrador de una resolución de esa entidad.
Juan Ricardo Ortega dijo que el tema se está evaluando, que puede hacer parte de la estrategia contra la evasión, pero que por tratarse de un gasto importante se piensa realizar un piloto de la tasa interna de retorno.
«Hoy tenemos la capacidad de mirar hacia largo plazo, buscando el recaudo, pero que cuando haya evasión miremos con profundidad. La gente entiende que si hay evasión tendrán que asumir cargas muy altas por incumplir su obligación tributaria. Eso va a generar una conciencia en Colombia de lo que se llama riesgo subjetivo, que no es otra cosa que la gente sepa que evadir o ser oportunista tendrá sanciones onerosas»: Juan Ricardo Ortega, director de la DIAN
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