Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Bajo el eslogan de ‘El Contador Público: Visionario del mundo internacionalizado y articulado al desarrollo nacional’ se llevará a cabo el próximo mes este Congreso que agrupa a importantes profesionales contables colombianos. Aquí les presentamos algunos pensamientos que intercambiamos con el Dr. Niebles Solano.
La Contabilidad es una disciplina científica que tiene como objetivo la representación de las diferentes formas de riqueza (financiera, social, ambiental, económica, entre otras) de las cuales dispone el ser humano, ya sea en lo individual o en lo colectivo. Cumple un papel sustancial para el desarrollo de las naciones, en tanto le corresponde establecer las teorías y técnicas requeridas para la identificación, medición, valoración y control de todo tipo de recursos en función del mayor interés público posible, aportando así a la calidad de vida de los ciudadanos de una nación.
La Contabilidad permite el apropiado manejo y toma de decisiones de las organizaciones empresariales y del Estado. Todo el sistema de información que ofrece la Contabilidad debe servir para orientar el rumbo de la nación hacia el bienestar general.
En el escenario capitalista, la Contabilidad ha estado al servicio de la acumulación y concentración de la riqueza en el propietario. Sin embargo, el entorno actual exige replantear las concepciones de sociedad y contabilidad vigentes, con el fin de que lo relacionado con la información sobre la riqueza esté al servicio de los intereses de toda la sociedad, conforme al interés público y las necesidades de sostenibilidad del desarrollo. El capital financiero no es el único actor de interés para la existencia de las sociedades.
En momentos de crisis, las decisiones adecuadas son la mejor salida, por tanto la Contabilidad a través de su sistema de información debe contribuir a la adecuada toma de decisiones de la empresa y del Estado. Con una contabilidad al servicio de la sociedad en general, la información que se ofrezca para la toma de decisiones permitirá que estas últimas se ejecuten en esa misma dirección social. La equivocación histórica de quienes manejan la economía de las naciones y las decisiones empresariales tiene su génesis en prácticas que justificaron una concepción egoísta del ser humano y que han alimentado la toma de decisiones en la economía de mercado de nuestro tiempo.
El aporte entonces de la contabilidad en estos tiempos de crisis, de la mano con otras disciplinas que piensan lo social, debe orientarse hacia el replanteamiento del tipo de sociedad que hoy tenemos y la que se necesita para garantizar la viabilidad de una vida individual y colectiva con calidad, lo cual implica construir sistemas de información y representación de la riqueza distintos a los que han alimentado estas crisis de acumulación y apropiación en la sociedad financiarizada. Se requiere avanzar hacia unas formas distintas de organización y decisión que contemplen de manera integral a la sociedad y al mundo en su conjunto.
No podríamos afirmar tajantemente que la Contaduría colombiana está atrasada o aventajada, ya que llevaría a preguntarnos necesariamente con respecto a qué o quién se toma tal criterio. En la actualidad hace boga estandarizar la realidad económica, política y social y valorar a todos en relación al estándar. Esa es una forma, importante, pero no necesariamente la única.
Por ejemplo, en lo referente a la aplicación de las Normas Internacionales de la Información Financiera, el hecho de que en estos momentos no se apliquen plenamente en nuestro país, no tiene que implicar que estemos rezagados con relación a otros países; sino por el contrario nos encontramos en una etapa de reflexión y análisis que permita esa socialización y conocimientos del impacto que éstas tienen en la información financiera nacional, teniendo en cuenta la diversidad de empresas existentes en Colombia y su clasificación.
Desde la organización del Congreso y la Federación consideramos la necesidad de discutir la realidad internacional y sus efectos en la profesión contable colombiana. Desde el mismo eslogan y convocatoria del evento en el cual planteamos “El Contador Público como visionario del mundo internacionalizado y cambiante”, estamos considerando la necesidad de discutir el tema y tomar posiciones al respecto.
El XVIII Congreso habilitará espacios que posibiliten una reflexión acerca de temáticas internacionales de actualidad tales como la crisis financiera mundial, la internacionalización de la contaduría pública, los procesos de convergencia con estándares contables internacionales y la tributación internacional.
Todos estos temas son necesarios e inaplazables, pero consideramos que ante ellos hay que asumir una posición crítica, indagando y preguntando acerca de su origen, naturaleza y efectos y no simplemente sumarse a la corriente dominante de adhesión acrítica a estos procesos.
Somos consientes que nos falta tener mayor participación como profesión y como gremios en las diferentes ramas y niveles del poder público, donde se debaten y se aprueban las normas que rigen el ejercicio de la profesión y otras que tienen incidencia en la contaduría pública, es decir que se hace necesario la presencia activa en la vida política del país, de igual manera se debe tener incidencia y participación en la Contaduría General de la Nación, Junta Central de Contadores y Consejo Técnico de la Contaduría Pública y desde éstos escenarios promover eventos académicos que permitan debatir, reflexionar y socializar la problemática de la profesión contable, como por ejemplo “la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera en nuestro país” u otras que fueran de interés, es decir, no podemos ser simples espectadores y cumplidores pasivos de las normas, decretos, orientaciones profesionales, etc, sino por el contrario convertirnos en agentes activos de los diferentes procesos que busquen el desarrollo en nuestra profesión.
Otro aspecto importante es apuntarle a la búsqueda de la mayor legitimidad gremial posible con el propósito de unificar criterios conducentes a la defensa de la profesión contable, independientemente de las diferencias de pensamiento que se tengan entre los actores que conforman la profesión. La diferencia es inevitable y hasta necesaria en cualquier aspecto de la vida social, ¿por qué la profesión contable debe tener un único punto de vista estandarizado o unificado?
La Contaduría Pública enfrenta actualmente varios desafíos derivados, en gran medida de la ausencia de legitimidad gremial. La imposición de normas que rigen las prácticas contables emitidas por autoridades estatales no idóneas para hacerlo, los intentos legislativos por adoptar Principios Contables foráneos a riesgo de que éstos no compaginen con nuestra realidad GEO-económica y GEO-política. La falta de comprensión del impacto del proceso globalizador en nuestra economía y la manera como los contables intervenimos en este proceso, etc., apuntan a entender que el Contador Público frente a las amenazas que hoy asechan a la profesión debe reconocerse y actuar como ser gregario y promotor de procesos integración profesional.
Son muchos los temas y urgencias que llaman a la profesión contable a mirarse y cuestionarse acerca de su función social. Se podría resumir diciendo que el principal desafío actual de la Contaduría Pública es construirse una legitimidad tal ante sí misma y ante la sociedad que le permita aportar a las grandes discusiones de la sociedad colombiana, en diálogo crítico y respetuoso con las tendencias internacionales del desarrollo y de la profesión misma. Esta tarea está aún por hacerse, no puede limitarse a la replicación acrítica de “tendencias”. No porque algo lo cree “la mayoría” o “todo el mundo”, lo hace necesariamente verdadero o correcto.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
