La semana pasada publicamos un editorial titulado Colombia tiene empleos difíciles de cubrir, donde la gran conclusión que se plantea es que la gran mayoría de los profesionales se gradúan de una carrera, pero en el campo profesional terminan trabajando en cosas totalmente diferentes.
Varios navegantes de nuestra página se manifestaron al respecto. Lulú, por ejemplo, manifestó que en Colombia no existen oportunidades de empleo. «Son muchos los profesionales que invierten mucha plata en la Universidad y realmente la retribucion salarial es mínima. Quien quiera ocupar un cargo profesional debe hacer una especialización lo que hace que los gastos se incrementen entre 10 y 15 millones», afirma.
Para Oniar Naólr, el estudio siempre será en Colombia una excusa de la clase dirigente. «Cuando recién termine la carrera, la excusa para pagarle un sueldo muy bueno a mi jefe, era que él era profesional. La realidad decía que tenía un parentezco con uno de los dueños de la empresa. Ahora, cuando tomé su cargo, solo me pagaron el 40% de lo que él devengaba. Definitivamente hay que estar en la rosca», dice.
Finalmente, Constanza Espinosa Torres, dice que en Colombia hay que prepararse con esfuerzo porque para aceder a la Universidad hay que contar con recursos. «Resulta frustrante encontrar a muchos profesionales desempeñándose en labores ajenas a su carrera y algunas veces, quienes cuentan con la oportunidad de ejercer son mal remunerados; a esto se suma la discriminacion de personas por su edad».
Diego Beltrán dejo su trabajo, de casi 16 años, en Leo Burnett en Buenos Aires, para medírsele a la dirección de Young & Rubicam en Colombia. «El buen momento que está viviendo el país en materia económica y de seguridad, y la posibilidad de que mis hijos dejarán de crecer sin saber a dónde pertenecen fue algo que me trajo a Colombia», le dijo a Portafolio.
Después de cuatro años en Argentina y otros tantos en México. “Estaba en una zona de comodidad buena, pero necesitaba nuevos retos. Y Colombia tiene mucho potencial. Colombia se ha convertido en un mercado clave en los planes de negocios de las empresas. Para algunas de ellas es el segundo o tercer mercado en la región con más potencial y eso es bueno”, asegura.
Todo indica que el crecimiento económico y la estabilidad sociopolítica que registra Colombia, sumado al deseo de volver a estar cerca de la familia, han hecho que muchos compatriotas estén buscando la forma de regresar al país.
La percepción lo dice y los hechos lo confirman poco a poco, aunque no haya estadísticas para comprobarlo. Cada vez más profesionales que se fueron del país hace unos ocho, diez o 15 años están volviendo.
Al regreso de varios trabajadores colombianos al país hay que sumarle que la economía tiene un cierto brillo extra en el contexto internacional, tras obtener su tercer grado de inversión, esta vez por parte de la firma calificadora Fitch Ratings. Las calificadoras Standard & Poors y Moodys ya habían entregado notas similares el 17 de marzo y el 31 de mayo, respectivamente.
De esta manera, Colombia recobró totalmente su grado de inversión que había perdido hace doce años en el marco de una de sus peores recesiones.
Como lo publica El País, la calificación de la deuda externa mejoró en un escalón. Y de paso colocó con perspectiva estable a la deuda externa de Colombia debido, entre otros motivos, a una política económica prudente y a su capacidad para lidiar con problemas internos y externos. Además, la firma le otorgó una nota positiva a la deuda interna colombiana.