Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

El tsunami de la corrupción en Colombia


El tsunami de la corrupción en Colombia
Actualizado: 16 marzo, 2011 (hace 13 años)

Aquí hablaremos sobre...

  • Cápsulas corruptas
  • El primer paso de la corrupción
  • Entonces, ¿qué se debe hacer al respecto?

Nunca en la historia de nuestro país se habían destapado tantas ollas podridas como en estos últimos meses. Una ola de corrupción que con el pasar de los días parece seguir creciendo. ¿Quién la detendrá?

Hace poco Daniel Samper Pizano escribió: «Sospecho cada vez con más firmeza que la corrupción se chupó a este país, sobre todo ante los escándalos de los últimos días». Todo por culpa de la corrupción que a diario escuchamos por las noticias.

Una encuesta de Gallup muestra como 63 de cada 100 colombianos piensan que en materia de corrupción las cosas van muy mal. Las ollas podridas del gobierno Uribe y del cartel de la contratación son las noticias que todos los días vemos y escuchamos.

The Economist, por su parte, publicó un estudio donde Colombia quedó como el segundo, de un total de ocho, en materia de fraude y el 88% de los ejecutivos encuestados en Colombia dijo que la exposición de su empresa a fraude se está incrementando.

Como dice Eduardo Durán, columnista de Vanguardia, «así las cosas, no cabe una situación diferente que un estado de alarma nacional, en donde además de diseñar unas duras penas para los responsables, aparezca también un nuevo esquema educativo en donde sea posible introducir en la formación de las personas, los criterios básicos para la defensa de la moral y de las buenas costumbres».

Duran hace una fuerte acusación cuando dice que, «estamos criando ladrones, saqueadores del erario, asaltantes de cuello blanco y las nuevas fortunas van apareciendo camufladas, en donde es fácil identificar a los responsables pero no a los encubridores que ocultan esas fortunas y las hacen imposibles de perseguir por la justicia. Abundan los testaferros y cada día se gradúan más especialistas en posar de favorecedores de los corruptos».

Cápsulas corruptas

+ Los primos Nule. Tres jóvenes que llegaron a acumular más de 160 contratos en toda Colombia por más de dos billones de pesos

+ Julio Gómez y Emilio Tapia. Pasaron de sobrevivir en los barrios de Bogotá o en un pueblo como Sahagún, a viajar en un jet privado.

+ Iván Moreno, hermano del alcalde Samuel Moreno, de quien todos los días sabemos nuevas fichas de corrupción.

+ El personero de Bogotá, Francisco Rojas Birry, quien desde el primer día de su administración ha estado envuelto en un escándalo, pero sigue en su puesto campante.

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+ Las nueve joyitas dejadas por el gobierno Uribe: Banco Agrario, DIAN, Incoder, Estupefacientes, Superintendencia de Notariado y Registro, entre otros.

El primer paso de la corrupción

La revista Semana, explica que todo se originó en la elección popular de alcaldes y la reforma a las regalías. Por un lado, se abrió la puerta para crear cientos de feudos autónomos, en los cuales el alcalde funge como rey, sin tener que responder a gobernador y presidente como antes; y por el otro lado, se les llenaron las arcas con recursos de regalías, salud y educación, por los cuales tampoco, en la práctica, dan cuentas a nadie.

Pero antes de elegir un Alcalde, hay una campaña política de por medio y aquí es donde aparece el cómo operan estas campañas. Arnulfo Rueda, Politólogo de la Universidad del Valle, afirma que hay muchos contratistas que se encargan de darle millones a los candidatos, para luego cobrar con puestos una vez sea elegido.

«Fíjese, por ejemplo, en la Ley 80 de contratación, la cual permite una contratación directa. Esto ha hecho que en los últimos años se firmen concesiones con privados para construir carreteras por seis billones de pesos y luego se hicieron escandalosas adiciones por 6,5 billones de pesos sobre los mismos contratos», agrega.

Entonces, ¿qué se debe hacer al respecto?

En el diario La Tarde, se afirma que esta ola de corrupción es la mejor oportunidad para que Colombia se reinvente así misma, pero reinventar el país no consiste en sacar adelante un nuevo estatuto anticorrupción. Se trata de adoptar lo que el historiador Niall Ferguson denomina “las seis aplicaciones fantásticas”: competencia, ciencia moderna, imperio de la ley y derechos de propiedad privada, medicina moderna, sociedad de consumo y ética de trabajo. Seis puntos que varios países, especialmente asiáticos, han adoptado, extrayendo a millones de personas de la pobreza.

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