Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

El velo de la ignorancia


Imaginar un sistema impositivo no es fácil. Crear la estructura de los tributos de un país debería ser una tarea abordada desde la filosofía hacia la vida práctica, no al revés.

Me explico: si vamos a crear un impuesto cualquiera, este debe estar basado en la justicia de su aplicabilidad antes que en la posibilidad real de pago del contribuyente. Por ejemplo, digamos que vamos a crear un impuesto (otro más) para que los más ricos subsidien la educación; entonces, miramos las cifras y nos damos cuenta que los millonarios podrían dar uno o dos puntos porcentuales más de su ingreso.

Los millonarios DEBEN pagar más… ¿o no?

En este caso, aplicarles el impuesto de buenas a primeras no será procedente, porque en principio lo que parece justo no lo es. Al fin y al cabo, dicho millonario tiene sobre sí una carga impositiva que se suma a la cantidad de posibles empleos que genera su tren vital (su chofer, los empleados de su empresa, la muchacha del servicio…), sin mencionar la plusvalía que genera el dinamismo que introduce a las fuerzas de mercado (los restaurantes, los centros comerciales, los comercializados, las fábricas de muebles…).

Por estas razones, algunos incluso opinan que a este sector se le deberían bajar los impuestos, para así estimular la creación de riqueza e inyectar a la economía de ingresos no directos.  Yo no estoy muy de acuerdo con esa idea, pero ese no es el punto que quiero tocar: con este ejemplo queda manifiesto que los temas tributarios que debemos enfrentar como Contadores Públicos no son simples, ni superficiales.

¿Cómo crear una estructura tributaria justa?

John Rawls, posiblemente el más importante filósofo político del último siglo, hablaba de la necesidad de cubrirnos de un velo de ignorancia antes de empezar a hablar de crear tributos e impuestos. Dicho velo nos quitaría todos los prejuicios con los que viene nuestro sexo, religión, posición política, estrato social y demás componentes de nuestra cultura; así, podríamos empezar a discutir de asuntos tributarios con verdadera justicia.

No es sano para una economía que los más poderosos tengan la posibilidad de gravar con impuestos solamente lo que les conviene; pero tampoco lo es que un espíritu revanchista populista le dé la posibilidad a las clases menos favorecidas de eliminar la plusvalía que viene con su contraparte social.

Por ello, dicho velo de ignorancia es necesario para poder crear estructuras justas que inicien en lo filosófico y desemboquen en la vida práctica.

Pero algunos abusan de la ignorancia

Hago estas reflexiones de cara a las nuevas propuestas temáticas que hemos venido diseñando para actualicese.co, en las cuales abordamos con entusiasmo el asunto impositivo. Y en este proceso me surgen muchos cuestionamientos…

¿Será que nuestro sistema de impuestos es realmente justo? ¿Habrá sido diseñado bajo el velo de ignorancia? ¿O será que se abusó de dicho modelo (en plata blanca: nos estaremos haciendo los locos)?

Nada mejor que alimentar una sana discusión al respecto…

 

Jose Hernando Zuluaga M.
CEO (Presidente y Fundador)
actualicese.co

Descubre más recursos registrándote o logueándote. Iniciar sesión Registro gratuito
,