Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Empleos generados a través de la economía naranja no despegan


Empleos generados a través de la economía naranja no despegan
Actualizado: 26 agosto, 2019 (hace 5 años)

Aquí hablaremos sobre...

  • Ocupados en actividades de la economía naranja decrecen
  • Micronegocios generan más de un empleo
  • Aumentar de 791 a 3.500 empleos directos en el próximo cuatrienio

En el 2018, un total de 282.566 personas estaban ocupadas en actividades relacionadas con la economía naranja. Respecto a la proporción de trabajadores independientes y asalariados, los primeros representan el 50,8 % de los ocupados, mientras que el 49,2 % restante son asalariados.

El primer reporte por el año 2019 sobre economía naranja elaborado por el Dane indica que durante el 2018 las industrias creativas le aportaron al PIB 13,68 billones de pesos (1,8 %) y emplearon a 282.566 colombianos; el 1,3 % de los trabajadores del país. Sin embargo, también señala que el total de la economía naranja presenta un decrecimiento del valor agregado de 1,5 % en 2018.

En el 2014, un total de 286.358 personas estaban ocupadas en actividades relacionadas con la economía naranja, en 2015 fueron 290.929; 285.944 en 2016; 283.984 en 2017 y 282.566 en 2018.

Ocupados en actividades de la economía naranja decrecen

Como se observa, el número de ocupados ha caído levemente en los últimos años, llegando a 282.566 personas el año anterior, lo cual queda confirmado en el informe mensual del mercado laboral correspondiente a junio de 2019, elaborado por Fedesarrollo y titulado Importancia de las industrias creativas en la economía.

«De hecho, en 2018 en 384.000 hogares había al menos una persona dedicada a alguna actividad perteneciente a la economía naranja; 2,5 % del total de los hogares colombianos. El 42,5 % de las personas se ocuparon en el subsector de artes y patrimonio y el 42,3 % en creaciones funcionales», indica Fedesarrollo. Las industrias culturales participaron con el 15,2 %, pese a ser el subsector que más contribuyó al valor agregado de las industrias creativas.

Por su parte, la proporción de trabajadores independientes y asalariados es similar, ya que los primeros representan el 50,8 % de los ocupados, mientras que el 49,2 % restante corresponde a asalariados. En cuanto a la composición de esta población por sexo, 39,7 % de los ocupados son mujeres, y 60,3 % hombres.

Micronegocios generan más de un empleo

Asimismo, el reporte del Dane señala que por tipo de empresas, el 89,1 % corresponde al sector de servicios y el 10,9 % pertenece a la industria manufacturera. En ese sentido, explica que la composición del valor agregado, según las áreas de la economía naranja, se divide en industrias culturales (42,4 %), creaciones funcionales (34,5 %) y artes y patrimonio (23,2 %).

Del total de micronegocios en el país para el año anterior, 150.462 desarrollan actividades asociadas a la economía naranja, lo cual corresponde al 3,14% del total nacional.

El 28 % de estos micronegocios genera más de un empleo, mientras el 72 % se encuentra operado por trabajadores por cuenta propia. Dentro del último grupo, el 60,7 % es dirigido por hombres, y el 39,3 % restante por mujeres.

Aumentar de 791 a 3.500 empleos directos en el próximo cuatrienio

El Gobierno planteó un plan para fomentar esta industria. En el Plan Nacional de Desarrollo por la vigencia 2018 – 2022 se incluyó una sección cuyo énfasis es la economía naranja, en la que se presupuestaron seis billones de pesos y se establecieron unas metas para el cuatrienio, como aumentar de 791 a 3.500 el número de empleos directos en actividades propias de este sector mediante el Fondo Emprender. Igualmente, se planteó que el valor agregado bruto de estas actividades crezca en promedio 5,1 % en el cuatrienio.

«El Gobierno colombiano ha puesto en marcha planes y programas para su potencialización, que buscan generar más empleo y más producción. Sin embargo, persisten retos como lo extensa que puede llegar a ser su definición y, por ende, la dificultad en su medición, además de la ausencia de unas condicionales laborales equiparables a las de otros sectores para buena parte de sus trabajadores», indica el informe de Fedesarrollo.

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