Actualizado: 29 abril, 2016 (hace 8 años)
En los términos de las Normas Internacionales de Auditoría existen procedimientos y disposiciones específicas para empresas denominadas como de pequeña dimensión; por tanto, es importante establecer cuáles son los criterios para clasificar a una entidad en dicha categoría.
Es preciso indicar que las NIA, para determinar qué entidades son consideradas de pequeña dimensión para la aplicación de procedimientos específicos de auditoría, no hacen alusiones de tipo cuantitativas; los criterios son de carácter meramente cualitativos:
- Concentración de la propiedad y de la gerencia en un reducido número de personas, habitualmente una sola persona, ya sea física u otra entidad que posee a la entidad, siempre que el propietario presente las características cualitativas relevantes.
- La organización efectúa transacciones de características sencillas.
- El proceso de registros contables no es complejo y la cadena de aprobación de comprobantes y soportes es reducida, en consecuencia del tamaño de la organización.
- La empresa posee pocas líneas de negocio y escasos productos dentro de las líneas de negocio.
- La entidad no tiene una estructura de control amplia y estructurada; los controles internos son pocos y sencillos.
- Los niveles de dirección y gerencia son pocos y por lo general son una línea de jerarquización directa al gerente; dichos niveles poseen una amplia gama de responsabilidades y controles.
- Poco personal para el cumplimiento de la operación y gestión de la organización, teniendo en cuenta que gran parte del personal desempeña un amplio espectro de las actividades de la organización.
En las NIA se aclara que estas características cualitativas no son de carácter exclusivo de las entidades clasificadas como de pequeña dimensión; igualmente las entidades de pequeña dimensión no deben presentar obligatoriamente todas las características señaladas.
“Las NIA se refieren al propietario de una entidad de pequeña dimensión que participa en el día a día de la dirección de la entidad como propietario-gerente”
Otra claridad importante es que las consideraciones específicas para entidades de pequeña dimensión incluidas en las NIA, han sido desarrolladas principalmente con referencia a las entidades no cotizadas. No obstante, algunas de las consideraciones pueden ser útiles en auditorías de entidades de pequeña dimensión cotizadas. Las NIA se refieren al propietario de una entidad de pequeña dimensión que participa en el día a día de la dirección de la entidad como propietario-gerente.
Otras de las características que no son señaladas explícitamente en las NIA, pero que se encuentran implícitas en la explicación de los procedimientos a adoptar en el proceso de auditoría en una entidad de pequeña dimensión, son las siguientes:
- Las actividades de control se encuentran centralizadas en la gerencia.
- Inexistencia de reglamentos internos laborales y priorización de manejo verbal de las diferentes situaciones.
- Informalidad de los procesos; debido a la verbalización de los procesos no se establecen parámetros para la formalización de los procedimientos empresariales.
- La comunicación del equipo de auditoría con la empresa se realiza directamente con el gerente-propietario y no requiere de formalismos por el corto flujo de la información y la magnitud del poder y control del responsable de la empresa.
- Tiene limitadas la segregación de funciones por el bajo número de empleados.
- La evidencia documentada es deficiente debido a la informalidad y poca estructura de los procesos y controles.
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