Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Este tipo de empresas son promotoras de buenas prácticas laborales en materia de equidad de género, prevención y combate a la violencia laboral y al hostigamiento sexual, así como de acciones y políticas que favorecen a sus trabajadores y les permiten atender sus responsabilidades familiares.
A comienzos de 2017, el director de la Fundación Más Familia, Roberto Martínez Fernández, visitó varias ciudades colombianas para incentivar a empresarios a certificar sus compañías como Empresas Familiarmente Responsables –EFR–.
En Colombia se han certificado 45 Empresas Familiarmente Responsables que hoy día trabajan en temas de liderazgo y estilos de dirección, calidad en el empleo, flexibilidad temporal y espacial, apoyo a las familias de los empleados, así como en el desarrollo personal e igualdad de oportunidades.
Martínez Fernández aseguró al diario El País de Cali que, en primer lugar, una empresa debe preguntar a sus colaboradores cuáles son sus necesidades y expectativas y proponer medidas en función de planeamientos estratégicos y demás. Algunas de estas pueden ser; horarios flexibles de entradas y salidas, alargar el permiso de maternidad y paternidad, teletrabajo, darle al trabajador la tarde del día de su cumpleaños o el de sus hijos, así como su primer día de colegio y ofrecer salas de lactancia.
Al recibir una serie de beneficios de la empresa donde labora, un empleado se sentirá comprometido con esta, lo que incrementará su capacidad de aportar, realizar un esfuerzo extra y contribuir a los resultados. Como afirma Martínez Fernández: “Con este tipo de medidas la gente nota que la cuidan, que la valoran.”
Por otra parte, el certificado EFR concede reputación a las empresas, que pueden exhibir el logo de este en su web, en sus tarjetas, etc. Hoy, muchas empresas se encuentran en búsqueda de una buena reputación que les permita surgir frente al mundo como buenos lugares para trabajar. Así mismo, también les otorga Responsabilidad Social, de interés para un gran número de compañías que desean ser empresas socialmente responsables, pues la conciliación forma parte de las prácticas de responsabilidad social señaladas en la norma ISO 26000.
Dicho certificado también atrae el talento. Así, las firmas que lo requieren, por ejemplo, en temas como tecnología o informática, atraerán a profesionales jóvenes y preparados porque las medidas EFR los favorecen.
Un empresario debe tener claro que no va a incurrir en gastos sino a invertir un dinero para lograr beneficios. Cuando las grandes empresas asumen este reto es más fácil que sus proveedores, ‘partners’ y competidores también se unan a tales prácticas.
La Fundación Más Familia tiene un modelo de cinco temas en el cual las empresas deben cumplir las más altas calificaciones para ser consideradas familiarmente responsables. Estas son: calidad en el empleo, flexibilidad temporal y espacial, apoyo a la familia, desarrollo profesional e igualdad de oportunidades.
Por cada una de las cinco variables se da una puntuación, cuya calificación máxima es de 2.000 puntos. Según el puntaje obtenido, la firma se ubica en un grado de responsabilidad.
Si la empresa obtiene 249 puntos o menos, no está calificada para obtener el certificado EFR y se cataloga bajo la palabra ‘Escéptica’. Si el puntaje oscila entre 250 y 849 puntos, la compañía está calificada como ‘Comprometida’ y puede lograr la certificación porque ha instaurado políticas que valoran el balance vida-trabajo. Si el resultado se ubica entre 850 y 1.349 puntos la firma es ‘Proactiva’ y se define con un estilo de liderazgo y dirección orientados al equilibrio y la conciencia de los beneficios generados por este. Por último, si el puntaje supera los 1.400 puntos, la organización se ubica en el nivel ‘Excelente’, ya que la protección y apoyo al colaborador hacen parte de la cultura y se perciben en el día a día.
La certificación EFR tiene una vigencia de tres años, aunque las empresas deben someterse a una revisión y examen anual para mantenerla.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
