Las empresas colombianas han mantenido sus inversiones en programas de Responsabilidad Social Empresarial, RSE, que durante el año 2008 totalizaron $2,3 billones. Según Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, desde el año 2006 el sector privado nacional ha destinado el 2,8% de sus ventas anuales a programas de RSE, porcentaje que se ha mantenido sin variaciones. Así lo publica El Pais.
“Es un orgullo para el sector privado colombiano decir que cerca del 3% de sus ventas brutas, en medio de semejante problema económico mundial, son destinadas a programas de RSE. Yo confío en que se siga manteniendo por esos niveles, que son muy buenos en cualquier parte del mundo”, aseguró Villegas.
Para Esteban Piedrahita, director de Planeación Nacional,
“La encuesta es muy alentadora porque la participación de estas empresas contribuye a causas sociales que van más allá de sus impuestos, pagos parafiscales y demás compromisos de Ley”.
El Ministerio de Cultura lo define como es una filosofía corporativa adoptada por la alta dirección de una empresa para actuar en beneficio de sus propios trabajadores, familias y el entorno social en las zonas de su influencia. Es un conjunto integral de políticas, prácticas y programas que se instrumentan en toda la gama de operaciones corporativas y en los procesos de toma de decisiones, y que significa poner en marcha un sistema de administración con procedimientos, controles y documentos.
«La RSE se define como los comportamientos de negocio basados en valores éticos y principios de transparencia que incluyen una estrategia de mejoramiento continuo en la relación entre la empresa y sus partes», relación que incluye clientes, proveedores, socios, consumidores, medio ambiente, comunidades, el gobierno y la sociedad en general».
Desde el punto de vista de los negocios se utiliza para incrementar la rentabilidad, competitividad y la sostenibilidad, sirviendo como modelo de desarrollo sostenible. El concepto de RSE puede incorporar derechos humanos, medidas de anticorrupción, el medio ambiente, condiciones laborales y actividades dentro de comunidades por medio de alianzas con organizaciones de sociedad civil.
Según la Andi, las empresas están muy encaminadas a trabajar por objetivos cuyo fin son el reducir las condiciones de pobreza en el mundo y recuperar el medio ambiente, entre otros aspectos. Es así como un 91% tiene inversiones para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, un 48% se ha enfocado en lograr una educación primaria universal y un 39,8% trabaja por reducir a la mitad la probreza extrema y el hambre.