Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Katherine Patiño, coordinadora de Normas Internacionales de BKF International SA, explica en entrevista con Actualícese los beneficios que tienen los empresarios y contadores al aplicar estas normas, y la forma en que se abren las puertas hacia un lenguaje de información financiera internacional.
Para Katherine Patiño Núñez, coordinadora del área de Normas Internacionales de Información Financiera de la firma de auditoría, consultoría y asesoría gerencial BKF International SA, el 2017 fue un año positivo en el proceso de implementación de estas Normas Internacionales.
«Las empresas se encuentran en un proceso de adaptación al nuevo marco normativo y lo han asimilado bien; pero pese a que en años anteriores se realizó un cronograma de aplicación el cambio requiere tiempo. Algunos empresarios se han visto beneficiados con esta implementación debido a que han podido ver su negocio desde otras ópticas, otros en cambio se encuentran en proceso de capacitación y asimilación del tema», afirma.
Contadora pública de la Universidad Central, con especialización en Gerencia Financiera Internacional de la Universidad Libre, certificada internacionalmente en IFRS FOR SME’s por el ICAEW, y en NIIF Plenas y NIA por el ACCA, Patiño Núñez dice que el gran desafío continúa siendo involucrar a la administración.
«Los nuevos marcos técnicos normativos no son un tema únicamente de los contadores o del área financiera de la organización. El conocer el negocio, tener clara la visión a futuro y la intención con la que se realiza cada operación brinda claridad a los contadores a la hora de reconocer los hechos económicos, el desconocimiento de esta información dificulta el reconocimiento adecuado de las operaciones», dice.
Patiño Núñez piensa que en Colombia desafortunadamente todavía existen empresas que no han abandonado la contabilidad bajo el marco normativo anterior (COLGAAP) y se rehúsan a migrar a los Estándares Internacionales, mencionando que no ven valor en dicho cambio y que es un proceso desgastante.
«En mi concepto, quien aplica los Estándares Internacionales tiene beneficios. Para el caso de los empresarios, les abre las puertas a un lenguaje de información financiera internacional, lo que les permite tener nuevas oportunidades para realizar negocios. Por su parte, a la profesión contable le abre la puerta a nuevas formas de reconocimiento, teniendo en cuenta más la esencia de los negocios y adaptando un pensamiento globalizado», explica.
Ella cree que los Estándares Internacionales se vienen aplicando de forma temerosa. «Las pymes en general y sus dirigentes aún se encuentran en un período de adaptación al cambio, el miedo radica en que las empresas se siguen preocupando más por el tema fiscal y no por crear o adoptar un modelo que aporte valor a su compañía», argumenta.
Afirma que hoy en día cuando el proceso ya se encuentra en marcha, algunos empresarios se han dado cuenta que el cambio era necesario y que la migración del marco normativo anterior al actual no era tan difícil como se imaginaba.
«Indudablemente esta migración ha requerido de una constante actualización, durante el año 2017 se evidencio que el reto para los contadores era incluir en su cotidianidad la permanente capacitación no solo de temas contables sino de las tendencias de los negocios», afirma.
Es clara también al afirmar que las pymes aún tienen varias cosas por trabajar, ya que actualmente sigue prevaleciendo lo fiscal sobre lo económico y financiero, y afirma que pese a que ya se han cerrado brechas con la reforma tributaria, todavía prevalece el concepto de la factura, la deducibilidad, etc., asuntos que definitivamente deben ser trascendidos.
Asegura que a los empresarios les preocupa que con la aplicabilidad de las Normas Internacionales de Información Financiera sus compañías puedan quedar en causal de disolución o que tengan que pagar más impuestos en un futuro, como por ejemplo el impuesto a la riqueza. «Por su parte los contadores deben superar asuntos relacionados con el impuesto diferido, por ser un tema que unifica de cierta manera lo fiscal con lo financiero y al cálculo del costo amortizado, por tratarse de cálculos financieros», aconseja Patiño Núñez.
Patiño Núñez concluye diciendo que los directivos de algunas compañías siguen preocupándose solo por entregar los reportes a las entidades de control, sin entender la finalidad que trae consigo este cambio. «Siguen pensando en el gasto por impuestos y no en los ingresos adicionales y oportunidades de mejora que se pueden observar al poner en práctica estas normas», afirma.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
