Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

En busca de una verdadera calidad en la salud colombiana


En busca de una verdadera calidad en la salud colombiana
Actualizado: 28 septiembre, 2010 (hace 14 años)

Desde la semana pasada y con motivo de la instalación de las mesas de dialogo por la concertación hacia la reforma del sistema de salud nacional, se viene debatiendo la propuesta que busca consolidar un sistema de salud con mayor prevención de enfermedades y promoción de buenas prácticas saludables.

Uno de los aspectos en que ha hecho énfasis el presidente Juan Manuel Santos, es el de la mejoría de la calidad en la atención. Para lograrlo, “el proyecto de ley establece el diseño de un sistema de información que permita monitorear -por región y EPS- los resultados en materia de salud”. Esto indica que existirán análisis de indicadores de atención y encuestas de satisfacción. Un usuario conociendo los resultados y calidad de servicios, podrá elegir su EPS.

Otra falla que se presenta en el sistema de salud es la falta de controles que deben hacer los organismos encargados de vigilar el sector. La reforma plantea fortalecer presupuestal y técnicamente la Superintendencia de Salud, “para que centre sus esfuerzos en hacerles seguimiento a los indicadores de calidad en entidades territoriales, EPS y hospitales”, aclaró Santos. Así lo publica Semana.

Se quiere también fortalecer el poder de la Comisión de Regulación en Salud (CRES), organismo que regula el sistema de salud y se busca ofrecer el mismo plan de beneficios para quienes están afiliados a los regímenes contributivo y subsidiado.

¿Cómo lograrlo?

Como lo expone Sir Michael Rawlins, Presidente del National Institute for Health and Clinical Excellence, lo primero que se debe hacer es definir cómo se asignan los recursos. Él propone que se tome una decisión colectiva sobre quién recibe tratamiento, en qué casos y qué tipo de tratamiento. Esta decisión tiene dos componentes. Uno científico y otro de valores sociales, donde ambos se deben conjugar para que el sistema sea imparcial y justo.

En la parte clínica, hay cuatro condiciones. La primera, asegurarse de que la base científica con la que se evalúan los temas sea rigurosa. Si no lo es, las personas no tendrán confianza en las decisiones. La segunda, darles la oportunidad de hacer oír su voz a todas las personas involucradas. Esto a pesar de que no todos conseguirán que se hagan las cosas como ellos quieran.

En tercer lugar es importante hacer públicas las razones que se emplearon para tomar las decisiones. En el Reino Unido, las reuniones de los comités asesores de salud son públicas. “La decisión final se toma en privado porque algunas afectan los precios de las acciones de las compañías vinculadas”, explica Rawlins en Dinero. Cuarto, las decisiones deben ser apelables y llevadas de nuevo al comité asesor.

Un par de citas

«Lo que se busca a través de la reforma es que no se gaste una cifra como la de hoy que es cercana a los tres billones de pesos en 300 mil personas, mientras que con esos mismos recursos se podría incluir siete u ocho millones de personas en el régimen subsidiado»: Mauricio Santa María, Ministro de la Protección Social.

«Cualquier cambio debe tener en cuenta que el sistema tiene que ser sostenible para todos: para los usuarios, para los médicos, para las clínicas, para los aseguradores y para quienes pagan los aportes. Es fundamental encontrar el equilibrio que necesita el sistema para que administremos de la mejor manera los recursos que tenemos y poder brindar los servicios de salud de acuerdo con nuestras posibilidades”: Juan Manuel Díaz-Granados, presidente de ACEMI, organización que agrupa las 15 EPS más grandes del país.

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