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En búsqueda de una inclusión financiera de mayor calidad: retos que tiene la banca nacional


En búsqueda de una inclusión financiera de mayor calidad: retos que tiene la banca nacional
Actualizado: 20 febrero, 2020 (hace 4 años)

El desarrollo de la inclusión financiera se debe enfocar en poblaciones vulnerables.

Aumentar el uso de productos financieros y el acceso a estos es otro reto que le queda a la banca colombiana.

El reto más significativo, más allá del tamaño de la emisión, es profundizar el uso de los medios de pago.

Colombia ha avanzado de manera considerable en los últimos años en materia de inclusión financiera. Sin embargo, existen una serie de retos que se deben afrontar para lograr tener una mayor inclusión financiera y de mejor calidad. Este es uno de los puntos analizados por Asobancaria en su informe Banca & Economía titulado «Inclusión financiera en la base de la pirámide», con fecha del 17 de febrero de 2020.

«Un reto fundamental es lograr que en el largo plazo se pueda llegar a una inclusión financiera por acceso del 100 %. Para lograr una bancarización total de la población es un imperativo el análisis del contexto local y de las características del 17 % de la población que se encuentra financieramente excluido», indica Asobancaria.

Por lo tanto, es necesario poder coordinar esfuerzos para diseñar políticas públicas innovadoras que estén destinadas a la población vulnerable, enfocándose en el sector rural, en las mujeres y en las personas con un ingreso menor a dos salarios mínimos. Adicionalmente, dichas políticas deben enfocarse en la población entre los 18 y 25 años.

Teniendo en cuenta la necesidad de concentrarse en el desarrollo de la inclusión financiera, enfocada en poblaciones vulnerables, es clave analizar la situación de las áreas rurales y su rezago en los indicadores de acceso frente a las áreas de mayor desarrollo urbano.

En este sentido, actualmente existe una brecha de alrededor de 25 puntos porcentuales –pp– en el sector rural, la cual se profundiza a 35 pp en las zonas rurales dispersas, con respecto a los niveles de acceso en las ciudades y aglomeraciones.

Acceso y uso de productos financieros

Aumentar el uso de los productos financieros es otro de los grandes retos que le queda a la banca colombiana. Gracias a la creación de los productos de trámite simplificado, el número de personas incluidas en el sistema financiero presentó un incremento; sin embargo, cuando se analizan las cifras del uso de estos productos el panorama cambia completamente.

«Por ejemplo, de los 2,5 millones de personas con una cuenta de ahorro de trámite simplificado, tan solo 1,5 millones la tienen activa (60 %), y de los 3,5 millones de personas con una CAE solo 2,4 millones hacen uso de ella (68,5 %). Además, el porcentaje de cuentas de ahorro activas sobre el total de cuentas de ahorro es de 40 %», describe el informe.

Por el lado del crédito se puede observar que, a octubre de 2019, de los 715.739 créditos de consumo vigentes solamente 22.051 eran créditos de consumo de bajo monto.

“El uso de los productos como tarjetas de crédito y débito también hace parte de los retos de la política de inclusión financiera”

Por esta razón, la inclusión financiera debe abordarse desde una perspectiva que va más allá del acceso y que involucre también el uso, teniendo en cuenta que es gracias a este que la población puede obtener beneficios en términos de desarrollo económico.

Uso de tarjetas de crédito y débito

El uso de los productos como tarjetas de crédito y débito también hace parte de los retos de la política de inclusión financiera, teniendo en cuenta que de 28.9 millones de adultos con al menos un producto financiero formal, solamente 9,2 millones de adultos tienen una tarjeta de crédito vigente.

«Desde el punto de vista de la emisión, en Argentina, país cuya población se asemeja a la colombiana (aproximadamente 44 millones habitantes), se han emitido 57 millones de tarjetas de crédito y 44 millones de tarjetas débito mientras que en Colombia tan solo existen 15,7 millones de estas tarjetas de crédito y 27 millones de tarjetas débito», indica el informe.

Por otro lado, otro factor de análisis es el perfil de los usuarios de tarjetas, en el cual se observa que 6 de cada 10 usuarios son personas con estabilidad laboral. Por su parte, el ticket promedio de la tarjeta de crédito es de $380.918, cifra que es bastante baja en términos de uso del producto, en tanto que el ticket para los usuarios de tarjetas débito es $362.874.

El reto más significativo, más allá del tamaño de la emisión, es profundizar el uso de los medios de pago, pues según la Superfinanciera, la tarjeta débito no se usa mayormente como un medio de pago, sino como un medio para el cash-out. De esta manera, el sector financiero tiene el reto de promover un mayor uso de las tarjetas en la población que ya las posee, además de incentivar el uso de este tipo de productos en los grupos que hacen parte de la base de la pirámide social.

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