Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

«En la Ley de financiamiento se aprobaron medidas que inciden negativamente en el recaudo desde el 2020»


«En la Ley de financiamiento se aprobaron medidas que inciden negativamente en el recaudo desde el 2020»
Actualizado: 25 junio, 2019 (hace 5 años)

Aquí hablaremos sobre...

  • Durante la presentación del marco fiscal de mediano plazo –MFMP–, el ministro Carrasquilla afirmó que no se está pensando en una nueva reforma tributaria. ¿Qué sensación le deja la afirmación?
  • Con el marco fiscal de mediano plazo se busca bajar algunos gastos, vender bienes públicos y racionalizar los subsidios para cuadrar caja y así no pensar en más impuestos. ¿Qué le parece la estrategia?
  • ¿Cree que el Gobierno es consciente de que el recaudo fiscal para el 2020 y años venideros no será suficiente, como han afirmado las calificadoras de riesgo?
  • Uno de los puntos a los que apunta el marco fiscal es aprovechar los beneficios de la Ley de financiamiento, la factura electrónica y el fortalecimiento de la Dian. Hoy en día, ¿se ven resultados positivos alrededor de los anteriores ítems?
  • ¿El Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022 y el marco fiscal de mediano plazo son dos estrategias del Gobierno pensadas en cumplir con las metas fiscales?

Gustavo Cote, exdirector de la Dian afirma que el balance entre las exigencias de los compromisos de gasto e inversión pública, y el dinero requerido para ser atendidos, permite concluir que las cifras del Gobierno no cuadran, dejando en tela de juicio la labor del ministro de hacienda.

Desde el punto de vista del exdirector de la Dian, Gustavo Humberto Cote Peña, el ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla está preocupado por la suerte del recaudo fiscal para el 2020 y años venideros. De igual forma, reconoce la existencia de dificultades fiscales.

Durante la presentación del marco fiscal de mediano plazo –MFMP–, el ministro Carrasquilla afirmó que no se está pensando en una nueva reforma tributaria. ¿Qué sensación le deja la afirmación?

“Según el MFMP, el Gobierno le está apostando principalmente al crecimiento económico y a la labor de la Dian para obtener los recursos adicionales”

Es difícil juzgar si la afirmación es cierta o no. La realidad es que en materia de necesidades de recursos fiscales esa afirmación al final siempre resulta revaluada; sobre todo cuando el balance entre las exigencias de los compromisos de gasto e inversión pública y el dinero requerido para ser atendidos arroja la conclusión de que las sumas no cuadran.

Según el MFMP, el Gobierno le está apostando principalmente al crecimiento económico y a la labor de la Dian para obtener los recursos adicionales. Frente al primer punto, hay que ver si al final de 2019 el comportamiento de la economía le da la razón al ministro de hacienda o al director del Banco de la República, quienes se enfrentaron alrededor de los resultados publicados sobre los primeros meses del año. Respecto del segundo punto, la obtención de efectos positivos en la lucha contra la evasión no es cosa de un día para otro.

También hay que tener en cuenta que, tratándose de promesas y su cumplimiento, el Gobierno no tiene buenos precedentes. El país le ha oído decir “no fracking”, “no volver trizas los acuerdos de paz”, “apoyo a la ley anticorrupción”, “apoyo a la reforma política”, “no mermelada”. Lo cierto es que en todos estos temas y en otros más, la evaluación es muy triste, pues van quedando en “simples promesas de baile”, como decían las abuelas. Por todo lo anterior, la credibilidad general sobre sus afirmaciones es muy pobre.

No olvidemos que en la Ley de financiamiento se aprobaron varias medidas tributarias que, según la opinión generalizada de varios expertos, incluidas las calificadoras de riesgo, van a incidir negativamente en la recaudación impositiva a partir de 2020. Lo anterior, sin contar los efectos de las varias normas tributarias introducidas en la Ley del Plan Nacional de Desarrollo. Luego todo este panorama, se le resta certidumbre a las palabras del señor ministro de hacienda.

Con el marco fiscal de mediano plazo se busca bajar algunos gastos, vender bienes públicos y racionalizar los subsidios para cuadrar caja y así no pensar en más impuestos. ¿Qué le parece la estrategia?

Al igual que lo que ocurre con las finanzas familiares, cuando no hay más ingresos, los únicos caminos para sortear una difícil situación económica son los de disminuir gastos y/o enajenar bienes y/o endeudarse; y dentro de esta estrategia, frente a los primeros (gastos) debe valorarse cuáles son prioritarios y cuáles no. En el Estado ocurre lo mismo.

El camino del endeudamiento tiene la limitación de la regla fiscal, sobre cuyo cumplimiento las calificadoras de riesgo están muy atentas; luego no hay mayor maniobrabilidad. En términos de la opción de reducción de los subsidios existentes para satisfacer necesidades de sectores menos favorecidos de la sociedad colombiana, que no corresponden a meras dádivas, sino que constituyen un instrumento que permite imprimir equidad a la sociedad colombiana en la que existe una gran brecha social, hay que tener mucho cuidado. Los destinatarios de esos subsidios no pueden descalificarse porque sí. Se requiere prudencia en las medidas que se pretendan adoptar en este campo, para que, por el afán fiscalista, no resulten aún más deterioradas las condiciones de vida de sectores poblacionales necesitados.

Igualmente, en lo que corresponde a la venta de activos, es de especial importancia identificar con claridad y dar a conocer a la opinión pública cuáles son los más convenientes para dicho destino (venta), por ser poco rentables para el Estado, y a qué van a estar destinados los recursos que origine su enajenación. No tiene ninguna justificación prescindir de activos rentables, como Ecopetrol, para feriar el producto de sus enajenaciones en la fiesta de los gastos burocráticos del Estado. Sería absolutamente irresponsable, con el país actual y futuro, que no se procediera en una forma bien ponderada en esta posibilidad de financiación.

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¿Cree que el Gobierno es consciente de que el recaudo fiscal para el 2020 y años venideros no será suficiente, como han afirmado las calificadoras de riesgo?

En la presentación del MFMP, el ministro de hacienda reconoció en forma expresa la existencia de dificultades fiscales y la necesidad de adoptar medidas para superar problemas de equidad, de protección a la vejez, entre otros, pero a su vez fue claro en la preocupación por defender los niveles prudentes de deuda pública y la sostenibilidad fiscal. En este contexto, y al formular las estrategias de control al gasto, de buscar mayor recaudación por la vía de la factura electrónica, la acción de la Dian y el sistema SIMPLE está confirmando la preocupación generalizada sobre la suerte del recaudo fiscal en el 2020 y en los siguientes años.

Uno de los puntos a los que apunta el marco fiscal es aprovechar los beneficios de la Ley de financiamiento, la factura electrónica y el fortalecimiento de la Dian. Hoy en día, ¿se ven resultados positivos alrededor de los anteriores ítems?

Los posibles resultados de la Ley de financiamiento, positivos o negativos, incluido lo relacionado con el fortalecimiento de la Dian, no pueden valorarse en tan corto tiempo. Debe recordarse que los cambios en materia del impuesto sobre la renta empezaron a aplicar a partir de 2019, correspondiente a un período gravable que se declara y paga durante el año entrante. Luego, solo a partir del 2020 se empezarán a ver los efectos.

En el caso de la reforma de la Dian, para la fecha la entidad está tramitando un crédito con entidades bancarias internacionales para poder realizarla. Posteriormente, las acciones en este punto tomarán un tiempo considerable.

Por su parte, la factura electrónica está en el proceso de implementación. Sin lugar a duda, una vez entre en operación generalizada, la herramienta permitirá avanzar en una forma importante en el control de los contribuyentes de renta y de los responsables de IVA, tanto por la generación de riesgo subjetivo en estos actores impositivos, como por la identificación de las transacciones de bienes y servicios en tiempo real por parte de la Dian, a través de la validación previa que tiene previsto el sistema.

¿El Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022 y el marco fiscal de mediano plazo son dos estrategias del Gobierno pensadas en cumplir con las metas fiscales?

Los planes de desarrollo son la herramienta que permite construir la hoja de ruta que cada Gobierno señala para materializar sus planes. El MFMP, por su parte, es un requisito previo a la discusión de la ley de presupuesto de cada año. La ley que lo regula obliga a que antes del 15 de junio de cada vigencia fiscal sea presentado a las comisiones económicas del Senado y de la Cámara de Representantes, para que sea estudiado y discutido con prioridad durante el primer debate de la ley anual de presupuesto. Comprende como mínimo, entre otras cosas, el plan financiero contenido en el artículo 4 de la Ley 38 de 1989; un programa macroeconómico plurianual; las metas de superávit primario, así como el nivel de deuda pública y un análisis de su sostenibilidad; un informe de resultados macroeconómicos y fiscales de la vigencia fiscal anterior; la evaluación del MFMP del año anterior; y una estimación del costo fiscal de las exenciones, deducciones o descuentos tributarios existentes.

Por lo tanto, dada su naturaleza y contenido, el MFMP elaborado por cada vigencia no puede tener un objetivo diferente al de cumplir las metas fiscales; y dentro de esa finalidad, tramitar y aprobar el presupuesto necesario para desarrollar los programas con los que se ha comprometido el Gobierno de turno.

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