Desde ayer todos los colombianos cuentan con el mismo plan de beneficios en salud gracias a la unificación total del Plan Obligatorio de Salud, POS; lo que le costará al Gobierno unos $120.000 millones mensuales.
Para las diferentes partes involucradas, esta es una gran noticia para Colombia, sin embargo existe preocupación por parte de la Asociación de Hospitales y Clínicas porque la unificación del POS quedará en manos de las EPS del régimen subsidiado, que son las que hoy tienen más problemas.
Como lo publica El Espectador, Juan Carlos Giraldo, presidente de la Asociación, ha dicho que estas EPS van a recibir una mayor cantidad de dinero para llevar a cabo el proceso y una carga extra de responsabilidades, sin tenerse en cuenta que muchas de ellas están intervenidas, en régimen de vigilancia especial o en liquidación.
Lo que se inició este domingo primero de julio es todo un reto para el sistema de salud, el cual está atravesando una gran crisis financiera. Pero ya nos imaginamos todos los problemas, quejas y justificaciones que vendrán de la mano mientras la transición sea un hecho. Amanecerá y veremos.
Otro personaje que ve con buenos ojos la unificación del POS es el presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral, Acemi, Jaime Arias, quien aseguró en los medios que la unificación del Plan Obligatorio de Salud, que entró en vigencia el domingo beneficiará a los afiliados del régimen subsidiado. «Es una gran noticia para ese grupo de colombianos, afiliados al régimen subsidiado, que podrán acceder a consultas con especialista y a exámenes especializados”, dijo.
Se espera que las entidades de salud estén preparadas en temas de infraestructura y atención, pues la demanda de usuarios para los nuevos servicios aumentará de manera exponencial. «Las EPS del régimen subsidiado deben estar preparadas porque se va a aumentar la utilización de servicios de esos pacientes. Ojalá su infraestructura sea suficiente», agregó.
La Superintendencia de Salud será la encargada de vigilar el plan de contingencia que deberán tener las EPS, para de esta manera garantizar el servicio integral de sus usuarios. El plan de choque se caracterizará por:
Beatriz Londoño, ministra de Salud y Protección Social, ha reflexionado sobre la eliminación de las EPS y en entrevista con El Tiempo ha dicho que hay que replantear su rol y si no cumplen con su labor de promotores de salud pues habría que eliminarlas.
Para Londoño, se sabe que en estos momentos hay unas que lo hacen de manera responsable, pero también hay un número importante que no lo hace y se requieren cambios. Solo deben quedar las que funcionen bien.
Sin embargo, desde hace meses venimos escuchando lo mismo y hasta se dijo que se estaba preparando un decreto que eliminaría por lo menos a la mitad de las 74 que existen. Por el momento se sabe que la permanencia de las EPS estará basada en la capacidad de responderles a los ciudadanos y no en un manejo irresponsable de los recursos, pero no hay una fecha específica porque el proceso ha tomado más tiempo de lo deseado.
«Tenemos la certeza de que las exigencias para las EPS sean cada vez mayores y habrá más exigencia de los organismos de control. A partir de julio, las negaciones de los servicios incluidos en el POS se van a descontar de la UPC que reciben las EPS. Hoy, si a usted le niegan un servicio POS debe acudir a una acción de tutela o a un comité técnico-científico para lograr que se lo presten, pero eso no afecta desde el punto de vista presupuestal a las EPS y eso es inconcebible», afirma Londoño.
El Ministerio de Salud y Protección Social ha hecho cuatro cosas: