Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

¿En qué debemos fijarnos cuando queremos contratar a un contador?


¿En qué debemos fijarnos cuando queremos contratar a un contador? Según expone Julie Jason en su artículo Key points to consider when choosing an accountant – The greater your income and assets, the greater the need for a thorough assessment, “Choosing a suitable accountant should be similar to finding any important family or business adviser. From my vantage point as a money manager who got her start on Wall Street as a lawyer, the most important considerations are skill for the job, working habits, ethics considerations and potential conflicts.”

Nosotros creemos que el impacto inicial, es decir, lo que entra por los ojos, es muy importante. Muchos no cuidan su forma de vestir, su peinado, sus uñas. La mala presentación crea una actitud de rechazo. Hay que recordar que una dimensión propia de todo ser humano es la estética. Nos gusta la belleza.

El porte, la presencia, la dignidad, son otros asuntos que también influyen en la contratación. Siempre se quiere vincular a una persona que inspire una sensación de estar en buenas manos. Algunos miran todo con soberbia y otros consideran todo problemático.

Antes de contratar a una persona es bueno investigar sobre su personalidad y su desempeño profesional. Los seres íntegros, que colocan todas sus posibilidades en favor de sus clientes, son mucho mejores que los que viven en las zonas grises, a ratos diciendo la verdad y a ratos pronunciando mentiras. Los seres diligentes, que ponen su máximo esfuerzo en cada tarea, se equivocan menos, reconocen más rápidamente sus errores y se apresuran mucho para corregirlos. Los seres que aman su disciplina viven estudiando frecuentemente y gozan de tertulias sobre asuntos profesionales.

No hay que dejarse envolver por los cantos de sirena de todos los vendedores. Es fácil decir, pero no tan fácil hacer. Más de uno se hace pasar por un buen consultor, pero carece del conocimiento y la experiencia necesaria para hacerlo bien. Hablar con clientes anteriores puede resultar muy provechoso.

Luego tenemos el problema de verificar el conocimiento. Como están las cosas hoy, un diploma no nos habla de un nivel de calidad mínimo. Sabemos que las universidades no hacen a los profesionales. Los estudiantes se hacen a sí mismos, aprovechando los profesores, la infraestructura universitaria, los compañeros. Por lo tanto, la procedencia no es necesariamente un indicador de calidad. Los buenos profesores impulsan a sus alumnos a superarlos. Sin duda los exámenes de ingreso planeados por expertos son un buen instrumento para despejar este punto.

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En cuanto a las actitudes éticas, sin duda las entrevistas son eficaces. No deben hacerse a la carrera ni improvisadamente. Es necesario hablar despacio de tanta situación conflictiva que hay en el mundo actual y tomar nota de los diferentes puntos de vista del aspirante. Poco a poco se descubrirá su corazón.

Hernando Bermúdez Gómez
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 4577, septiembre 09 de 2019

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones “Contrapartida” son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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