Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Contadores públicos de pequeñas firmas son vitales para que las pymes salgan a flote, porque son asesores accesibles.
Hoy por hoy, cuando la información es fluida y todo cambia a diario, los contadores públicos deben mantenerse al frente de las necesidades de los clientes.
De la mano de la pandemia, las pymes, las cuales representan más del 90 % de las empresas del mundo, se han visto desproporcionadamente afectadas.
Por lo anterior, los dueños de estos negocios están tomando decisiones muy difíciles sobre sus empleados y nómina.
Las pymes luchan por mantener los gastos continuos con menos ingresos o sin ingresos, y en este momento están descifrando información confusa sobre qué intervenciones de estímulo de cada uno de los gobiernos podrían ayudarlas.
Está claro entonces que los dueños de estas pequeñas y medianas empresas, para lograr salir de la crisis, necesitan el apoyo de un contador para depositar en este su confianza.
La desafortunada realidad es que muchas firmas pequeñas de contadores saben de primera mano por lo que están pasando las medianas y pequeñas empresas, por lo que estas deben ser sus socios preferidos.
Las pequeñas firmas de contadores pueden dotar a las pymes con las herramientas adecuadas para cerrar la brecha entre el modo de crisis y el modo de acción.Cada empresa debe tomar decisiones difíciles exclusivas de su circunstancia, pero las pequeñas firmas de contadores deben centrarse en tres principios a medida que ayudan a los clientes a navegar por la interrupción, como lo indica accountingtoday.com en su artículo In crisis, small businesses need small accounting firms.
«Los contadores públicos de pequeñas firmas son vitales porque son asesores accesibles en los que las empresas han confiado, no solo para los servicios transaccionales como las auditorías fiscales, sino también para ayudar a los clientes a resolver problemas comerciales a largo plazo», indica la publicación.
En este momento la empatía tiene una gran demanda. Como gran parte de la fuerza laboral ha migrado al trabajo remoto y los sistemas digitales se ejecutan en sobremarcha, conectarse con los clientes puede ser tan simple como hacer una llamada telefónica o enviar un correo electrónico.
Un mensaje claro y conciso que diga: «Estos son los mecanismos involucrados para que usted solicite préstamos del Gobierno» le será de gran ayuda.
El reconocer que las personas están bajo un estrés extremo, tanto personalmente como en los negocios, debería abrir la puerta a conversaciones auténticas y sinceras que generarán aún más confianza con los clientes a largo plazo.
«Muchos contadores son perfeccionistas; es parte de lo que permite que la información financiera se haga bien. Pero en este entorno, donde la información es fluida y todo cambia a diario, los contadores públicos deben mantenerse al frente de las necesidades de los clientes», afirma el artículo.
Frente a este punto, la publicación pone como ejemplo que en los Estados Unidos una encuesta revela que el 67 % de los dueños de pymes afirma no saber cómo acceder o solicitar fondos de emergencia.
Está claro entonces que este tipo de empresas necesitan orientación proactiva.
«A veces eso significará que los contadores de pequeñas empresas comuniquen lo que saben, aunque podría estar sujeto a un cambio fluido. Los contadores deben ofrecer una perspectiva sobre la información financiera disponible en un lenguaje claro, para que los dueños de negocios comprendan la naturaleza crítica de sus decisiones», indica.
A partir de ahora, las empresas deben pensar en cómo evolucionar su modelo operativo.
Para las pymes, la agilidad durante este tiempo será clave. La tecnología que mantiene a los miembros de la empresa conectados entre sí y con los clientes es indispensable.
También son importantes las formas de trabajo evolucionadas que podrían incluir horarios más flexibles y más oportunidades para la capacitación y mejora.
Las pequeñas firmas de contadores deben considerar la posibilidad de proporcionar más servicios de consultoría y de asesoramiento empresarial que se adapten a cada cliente.
«Los contadores deben ser traductores en este momento, para ayudar a las empresas a decodificar los recursos disponibles y ayudar a esas pymes a adaptar sus modelos también», afirma.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
