Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Encrucijada Fiscal – Hermann Stangl


Autor: Hermann Stangl*

Retomando las recientes palabras de nuestro presidente, las cuales dejan entrever su intención para una segunda reelección, lo cual no es el tema de esta columna, el gobierno si se encuentra definitivamente frente a una “encrucijada” en materia fiscal.

El impuesto al patrimonio se estableció con el objetivo fundamental de fortalecer económicamente la política de seguridad democrática, para los años comprendidos entre el 2007 y el 2010. Está a cargo de las personas jurídicas, naturales y sociedades de hecho, que al primero de  enero del año 2007,  reflejaron un patrimonio líquido igual o superior a los 3.000 millones de pesos. Sus resultados en el plano de la lucha contra las organizaciones narcoterroristas han sido muy positivos, como lo hemos podido apreciar en los últimos años. Pero la reciente propuesta del gobierno de volverlo permanente, a partir del 2010, es bajo cualquier punto de vista un enorme despropósito, sobre todo si tenemos en cuenta el momento de crisis del cual está apenas tímidamente comenzando a salir nuestra economía.

La razón de ser de los impuestos, desde el punto de vista económico, se basa en dos grandes objetivos: Primero, el sostenimiento de un estado que busca el bien común, y segundo, la redistribución de la riqueza. Por lo tanto, pensar en ampliar la base de un impuesto, que ahora recae solo sobre aquellos que poseen mayor riqueza, a todos los colombianos, sería aún más  contraproducente, ya que se estaría en total contravía con el segundo objetivo.

Incrementar el IVA sería un desacierto, ya que lesionaría el poder de compra de todos los colombianos, disminuiría la demanda agregada, aumentaría el desempleo y frenaría la recuperación económica.

La solución al actual déficit fiscal debería soportarse en estrategias relacionadas con una priorización del gasto, mayores niveles de transparencia, créditos especiales de la banca internacional para aprovechar la revaluación del peso y las bajas tasas de interés, y quizás si extender un par de años el impuesto al patrimonio, sobre el mismo grupo objetivo actual, pero comprometiéndose claramente con el cumplimiento de unos logros medibles en el tiempo.

Ningún colombiano estaría en contra de pagar cualquier impuesto, si observáramos que todo lo recaudado se invierte transparentemente en mejores servicios de salud, educación, seguridad, infraestructura y generación de empleo. En conclusión, en una Colombia mejor para todos.

* Consultor Financiero.
www.stangl.com.co

Descubre más recursos registrándote o logueándote. Iniciar sesión Registro gratuito