Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Francisco Javier Mejía, viceministro de empleo y pensiones, afirma que se vienen adelantando una serie de medidas que se han visto reflejadas en los buenos resultados en materia de formalización laboral, entre ella la Red Nacional de Formalización Laboral.
Según la más reciente información dada a conocer por el DANE, la tasa de formalización laboral, medida por los ocupados que cotizan al Sistema de Seguridad Laboral en Pensiones, para el primer trimestre de 2017 se ubicó en 36,9%, lo que significa el mejor resultado de este indicador desde el 2008.
Al analizar la información para las 13 principales ciudades del país, este indicador para el mismo periodo fue de 50,2%. Al igual que el trimestre móvil diciembre 2016 – febrero 2017, es la primera vez que, para el agregado de las 13 ciudades y áreas metropolitanas, hay más empleos formales que informales en el mercado laboral.
Francisco Javier Mejía, viceministro de empleo y pensiones, afirma que estos resultados han sido consistentes con la generación de empleo formal en los últimos años. «Entre agosto de 2010 y marzo de 2017 se han creado 3.342.000 nuevos empleos, de los cuales tres de cada cuatro han sido formales».
Cabe recordar que el año anterior el crecimiento del empleo formal fue de 221%, es decir, que no sólo el empleo que se generó fue formal, sino que parte de la población informal se formalizó.
Mejía afirma que desde el Ministerio del Trabajo se vienen adelantando una serie de medidas que han apoyado los buenos resultados en materia de formalización.
“Una de estas herramientas son los acuerdos de formalización, que son procesos personalizados que adelanta la cartera laboral para incidir en que los diferentes actores no sigan contratando con intermediarios laborales ilegales. Entre el 2015 y el 2017, se suscribieron 129 acuerdos de formalización laboral”, dijo.
Otra estrategia implementada es la Red Nacional de Formalización Laboral, creada por el Decreto 567 de 2014, la cual se encarga de la promoción, orientación y capacitación en materia de beneficios y acceso a la seguridad social. A través de esta estrategia, entre 2016 y lo que va corrido de 2017, se han orientado y asesorado a 25.000 personas, con el fin de garantizar la consolidación del trabajo decente y la cobertura de la seguridad social para los trabajadores en Colombia en los sectores más informales. La Red Nacional de Formalización Laboral tiene presencia en los 32 departamentos del país y ha comenzado a desarrollar estrategias de capacitación para los empleadores en las zonas rurales.
«A través de la Red se ha avanzado en acercar las bondades de la formalización laboral a sectores y ocupaciones tradicionalmente informales, como el sector transporte, recicladores, servicio doméstico, jornaleros, vendedores ambulantes y turismo, entre otros», dice Mejía.
El Ministerio del Trabajo y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE–, firmaron un convenio que permitirá a las dos entidades, por medio del análisis de las determinantes de las dinámicas del mercado laboral, la construcción de indicadores que permitan una medición más amplia de los diferentes componentes de la política del trabajo decente.
Esta información servirá a su vez como insumo para la construcción de una política pública que logre solucionar una problemática objeto de estudio, con un seguimiento mediante indicadores.
«Aunque algunos ejes del Trabajo Decente determinados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como la generación de empleo e ingresos y el acceso a la seguridad social, ya cuentan con el seguimiento por parte del DANE, en otros como la promoción de los derechos fundamentales del trabajo y la generación de diálogo social y tripartismo, hay un camino largo por recorrer», explica el viceministro de empleo y pensiones, Francisco Javier Mejía.
El viceministro recordó también el convenio que existe entre el Ministerio del Trabajo y el DANE, el cual contempla la creación de unas mesas temáticas que serán priorizadas por las entidades, y dentro de las que figuran ítems como ruralidad, trabajo infantil, sindicalismo y equidad de género, entre otros temas laborales.
Estas mesas estarán a cargo de un comité de coordinación que establece el propio convenio, el cual tendrá sede en Bogotá y se reunirá cada tres meses, y del que harán parte representantes de las dos entidades.
“Este convenio nos permitirá conocer muchos determinantes del mercado laboral y en algunos casos temas particulares que para nosotros son trascendentales, como el sindicalismo, trabajo infantil, equidad laboral, ruralidad, y todo esto nos va ayudar a formular políticas públicas laborales más acertadas para estas poblaciones que tradicionalmente han sido excluidas, lo que ocurre muchas veces porque no se tiene suficiente información”, indica Mejía.
Lo anterior, con el fin de ampliar el conocimiento técnico, los instrumentos de medición y análisis de estadísticas, no solo del mercado laboral, sino también de otros puntos como las cuentas nacionales, por ejemplo. Es decir, que este trato entre las partes comprende un amplio espectro que tiene que ver con los diferentes agregados macroeconómicos: PIB, comercio interior y exterior, industria, pobreza y calidad de vida, parámetros que tienen incidencia en la fijación de la variación anual del salario mínimo.
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